Te duele la cabeza y tienes fiebre, seguro piensas que se trata de alguna infección de la garganta (muy comunes en esta temporada) y te tomas una medicina para detener la molestia, ¡no lo hagas! Quizás podría ser meningitis y automedicarse eleva el riesgo de que no se detecte a tiempo y se complique.
La meningitis consiste en la inflamación de las meninges, membranas que cubren el cerebro y la médula espinal, se puede desarrollar cuando los microorganismos que infectan a las vías respiratorias se desplazan a la sangre e invaden estas membranas del tejido conjuntivo. Si no se detectan los síntomas a tiempo, este padecimiento puede provocar diversas complicaciones a la salud y poner en riesgo la vida.
Moisés Fernández Bravo, neurólogo y neurofisiólogo clínico adscrito al Servicio de Neurología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI, recomienda a la población no automedicarse ante cuadros agudos febriles o malestares que dan dolor de cabeza, ya que tomar indiscriminadamente antibióticos o fármacos para combatir los síntomas puede enmascarar la inflamación de las meninges.
El doctor del Instituto Mexicano del Seguro Social aconseja que si tienes fiebre persistente, dolor de cabeza continuo intenso, confusión, vómito y rigidez en el cuello, acudas inmediatamente al médico, ya que si se trata de meningitis entre más tiempo pases sin tratamiento se puede acumular pus y el daño en cerebro o columna podría ser permanente.
Indica que las complicaciones son variadas y van desde convulsiones y crisis epilépticas hasta diversos daños neurológicos permanentes como pérdida de la audición, problemas de memoria y aprendizaje, hidrocefalia (acumulación de líquido en cavidades del cerebro), problemas para caminar, parálisis e incluso la muerte.
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El diagnóstico de meningitis se realiza a través de estudios de imagen como resonancia magnética o tomografía, y análisis del líquido cefalorraquídeo. El tratamiento consiste en una combinación de dos o tres antibióticos de última generación que cubren un espectro amplio de bacterias, así como antiinflamatorios potentes, explica el especialista.
Las personas más vulnerables a sufrir meningitis son aquellas que tienen bajas sus defensas: quienes han recibido un trasplante, portadores de VIH/SIDA, que tienen leucemia o que padecen alguna enfermedad crónica como insuficiencia renal, diabetes o cáncer.
Las personas sin estos factores de riesgo también pueden contagiarse de meningitis, por eso el doctor Fernández Bravo destaca que es importante tener un correcto lavado de manos. Además, otra forma de prevenir el contagio es a través de la vacunación contra la tuberculosis, presente en la vacuna BCG que se aplica a recién nacidos y hasta los cinco años de edad.