¿Sabes si eres una de esas 300 millones de personas que están en riesgo de desarrollar diabetes tipo II, por malos hábitos alimenticios y sedentarismo, o por el excesivo consumo de alcohol?
De acuerdo con cifras de la Federación Internacional de Diabetes (FID), ésta afecta en todo el mundo a 250 millones de personas; la Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que en el año 2025 habrá más de 300 millones de personas en esta condición.
En México, la diabetes ocupa el primer lugar en número de defunciones por año. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT) la prevalencia aumentó a 14 por ciento, es decir 7.3 millones de mexicanos registran niveles altos de glucosa en la sangre.
Por esta razón, Diabetes, Educación y Prevención son los temas clave de la campaña internacional que promueve la FID para el período 2009-2013 y que se destacará este 14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes, instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991, como respuesta al alarmante aumento de los casos en la orbe .
La diabetes es una enfermedad metabólica que se distingue por el déficit total o parcial de producción y/o acción de la insulina por el organismo, cuyas manifestaciones más comunes son la diabetes tipo I y la tipo II, esta última es la más prevalente no sólo en México, sino en todo el mundo.
La diabetes tipo I se desarrolla en la niñez, a los pacientes se les llama insulinodependientes, pues su condición es autoinmune, es decir, que las defensas del organismo equivocadamente atacan el páncreas del niño y eliminan las células productoras de insulina. Al ser genética, la diabetes tipo I no se puede prevenir.
La diabetes tipo II se caracteriza por la alteración y disminución progresiva de la secreción de insulina en las células beta del páncreas, fenómeno que si se diagnostica oportunamente puede ser controlado con ejercicio físico y una dieta saludable, ante lo cual la información y la prevención son factores clave para detectar y, en su caso, tratarla oportunamente para evitar complicaciones.
Entre los factores de riesgo para desarrollar este padecimiento se encuentran:
- Ser mayor a 45 años
- Tener un familiar de primer grado con diabetes
- Pertenecer a algún grupo étnico de alto riesgo; es decir, de ascendencia
hispana, asiática y/o afroamericana - Sedentarismo
- Padecer hipertensión,
- Registrar cifras altas de colesterol HDL (iguales o menores a 35 mg/dL)
- Registrar niveles de triglicéridos altos (mayores a 250 mg/dL)
- Haber sido previamente evaluado como intolerante a la glucosa o anormalidad de la glucosa en ayunas.
Dada el alto índice de diabetes, en las unidades médicas de la Secretaría de Salud, IMSS e ISSSTE, se promueven diversas medidas para evitar desarrollar la diabetes tipo II:
- Come alimentos que sean saludables, de bajo contenido graso y de azúcar, pero con una gran cantidad de otros nutrientes. Éstas son algunas buenas opciones: cereales y panes enteros, frutas, verduras, leche, yogur, queso, carnes magras y otras fuentes de proteínas.
- Ponte en movimiento, mantenerse activo puede traducirse en algo tan sencillo como pasear al perro, correr alrededor del jardín o jugar al fútbol con los amigos. Intenta realizar alguna actividad que te ponga en movimiento todos los días.
- Consume agua en abundancia.
Si sospechas que puedes tener ya diabetes, considera que esto es posible si registras alguna de las siguientes señales:
- Orinar con mucha frecuencia y en gran cantidad
- Tener mucha sed
- Tener mucha hambre y pérdida de peso.
- Experimentar una lenta cicatrización de las heridas, infecciones urinarias y de encías, así como hormigueo en manos y pies.