La dermatitis atópica es un padecimiento inflamatorio crónico de la piel y se acompaña con frecuencia de alergia respiratoria, indicó la doctora María Isabel Arias, dermatóloga. Un 60 por ciento de los casos de esta enfermedad aparece antes del primer año de vida, mientras que un 85 por ciento ocurre después de los cinco años, según la especialista.
Algunos factores de riesgo pueden ser genéticos, inmunológicos, metabólicos, alérgicos, infecciosos y también ambientales (como humedad, frío, calor) indicó la experta en piel.
Una persona de cada diez padece de dermatitis atópica una vez en su vida, regularmente durante la niñez. Esta enfermedad también ocupa uno de los primeros cinco lugares de enfermedades de la piel en niños, según datos de revista de sanidad militar del 2003, retomados por la doctora.
De acuerdo con la especialista, el 50 por ciento de formas graves de dermatitis atópica se relacionan con alergias alimentarias.
Otro factor que puede agravar (o desencadenar por defensas bajas o predisposición genética) la dermatitis atópica en los infantes es el estrés, por ejemplo en un bebé cuando tiene hambre, y en los pequeños cuando preocupan por presiones escolares de diversas índoles. Los niños que tienen dermatitis atópica pueden padecer también angustia debido a que no pueden rascarse, cuestión que puede empeorar la enfermedad, detalló la dermatóloga.
Si la barrera cutánea (capa de la piel) está sensible o expuesta, factores como el cambio de clima o el polvo del aire pueden afectar la piel y lastimarla, agregó la doctora.
Isabel Arias comentó que una dermatitis atópica también puede causar descamación, por lo que es importante que la piel esté hidratada y cuente con ceramidas para su defensa, esto puede ser con pomadas especiales señaladas por un médico especialista.
La dermatitis atópica también afecta de forma psicológica a los infantes, pues están limitados a practicar ciertas actividades deportivas como natación (por microbios o químicos del agua) o aquellas que requieran de una exposición prolongada al sol, además, según la especialista, también pueden llegar a sufrir Bullyng por la apariencia enrojecida de la piel.
Los síntomas
Algunos de los síntomas de dermatitis atópica son: comezón, purito, piel irritada y enrojecida que pueden causar irritabilidad, trastornos de sueño, cambios en el comportamiento del infante, por las propias restricciones en sus actividades.
Los bebés pueden presentar dermatitis en la “zona del pañal”, mejillas, mentón, mientras que en niños se puede observar en cara y en los pliegues de codos, manos.
Recomendaciones
- Padres e hijos deben entender la enfermedad y las medidas para tratarla
- Excelente higiene
- Baños cortos de agua tibia
- Aplicar medicamentos durante los primeros tres minutos después del baño corporal
- Evitar la automedicación
- Hidratar la piel
- Usar jabones neutros
- Tener cuidado en el uso de detergentes y suavizantes para la ropa
- Usar ropa de algodón
- Evitar el contacto con el cloro