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¿Cuánto tiempo debe dormir un niño?

Un sueño de calidad puede verse afectado por trastornos del sueño como apnea, o bien a causa de malos hábitos para dormir.

Escrito en FAMILIA el
Cuando un niño no tiene una buena higiene del sueño, así sea a causa de un trastorno del sueño por problemas de conducta verá cómo su sistema inmunitario disminuye y es más fácil que se enferme, con mayor rapidez, de cualquier cosa, aseguró a SUMEDICO la doctora Yoali Arana (*), de la Clínica del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana.
 
La falta de higiene en el sueño de los niños puede ser por dos causas principales, ya sea por haber desarrollado un trastorno del sueño, o bien a causa de la ausencia de reglas y límites impuestos por los padres. 
 
Trastornos benignos para la salud
“Los trastornos de sueño son eventos que, durante el sueño, incluyen movimientos, conductas, emociones, percepciones, pesadillas, sonambulismo, noctilalia, despertares confusos y terrores nocturnos, los cuales varían en su frecuencia de acuerdo a la edad”, explicó la especialista.
 
De acuerdo con la doctora Arana, hasta el 50 por ciento de los niños tienen pesadillas, que es el trastorno de sueño más frecuente; los terrores nocturnos, que se distinguen por provocar gritos y llanto en el niño, se presentan hasta en un 6 por ciento de la población infantil; y el sonambulismo, el cual tiene una incidencia del 17 por ciento en niños entre  y 12 años, es otro de los trastornos más frecuentes.
 
No obstante, la doctora reveló que este tipo de problemas son benignos, aun cuando durante su aparición el niño pueda hacerse daño como golpearse o cortarse, en realidad no generan consecuencias que lamentar.
 
“Por sí misma la parasomnia no afecta al niño, aunque sí es importante mantener horarios de sueño, evitar la privación de sueño, evitar activadores que exacerben los trastornos y terminen afectando emocionalmente al niño”, explicó. 
 
Trastornos malignos del sueño
El trastorno de sueño más frecuente es la apnea, y éste afecta notablemente la salud del niño, ya que no le permite tener una higiene de sueño pero lo afecta de diferentes formas. 
 
“Actualmente la incidencia del ronquido, provocado por la apnea obstructiva del sueño, es de 15 por ciento en niños de hasta seis años de edad, y esto ha ido aumentando porque ya se le relacionó con la obesidad, la cual está a niveles lamentables en México. Este problema afecta el desarrollo general del niño, ya que al no haber una oxigenación correcta hay poca calidad de sueño, lo que provoca situaciones como alteraciones cognitivas, conductuales, cardiovasculares, hormonales, resistencia a la insulina en niños de 12 años, los que podrían debutar con diabetes si no se hace algo al respecto”, explicó la doctora Arana. 
 
Una mala calidad de sueño relacionada con la apnea, puede aumentar el riesgo de tener déficit de atención hasta tres veces más que un niño normal, se vuelven agresivos, intolerantes, se afecta memorias a corto y largo plazo, disminuye el coeficiente intelectual, afecta el crecimiento y propicia malformaciones en quijada y nariz, problemas que pueden ser irreversibles si no se atiende con prontitud al niño. 
 
Sueño completo y de calidad
La doctora Arana explicó, al referirse a la cantidad de sueño que debe tener una persona, que si bien en una persona adulta puede haber calidad de sueño y buena salud en general en dos personas que duerman 5 o 10 horas por la noche, en los niños sí debe haber un horario establecido. 
 
“Durante los primeros meses de vida, un niño debe dormir 18 horas al día; cuando cumple un año, la cantidad disminuye a 14 o 15 horas diarias; a los 3 años basta con que duerme 13 horas al día, calculando siempre entre horas diurnas y nocturnas”, explicó. 
 
Sugirió también que a los 5 años de edad se corte con la siesta que el niño toma durante el día, aunque, reconoció, la mayoría de los niños a partir de los 5 años no hacen siesta. 
 
“Un niño no debe dormirse tarde, a los 6 años de edad debe dormir a las 8 de la noche y despertar a las 7 de la mañana para ir a la escuela, el problema es que en vacaciones y puentes los padres dan permiso de dormir más tarde y levantarse más tarde y eso afecta su ciclo de sueño, el cual es muy difícil de coordinar de nuevo. Por eso es importante que una o dos semanas antes de que el niño vuelva a la escuela se les recupere la costumbre de dormir temprano”, advirtió. 
 
Sueño y vacunas
Finalmente, la doctora Arana explicó que cuando un niño no duerme bien, por la razón que sea, puede deprimir su sistema inmunitario, “el cual, se ha demostrado, se modifica de acuerdo al sueño de cada persona, afectando a grado tal que, por ejemplo, las vacunas no ayudan a proteger a un niño con mala higiene de sueño tanto como a un niño que duerme sus horas normales, porque no hay desarrollo de anticuerpos”, concluyó.   
 
(*) Dra. Yoali Arana
Clínica del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana
ctds@xanum.uam.mx