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Corbevax, la primera vacuna libre de patentes contra covid-19

Según un estudio la vacuna tiene una eficacia del 90% para prevenir la enfermedad causada por la versión original del SARS-CoV-2

Escrito en ESPECIALIDADES el

Corbevax es la primera vacuna libre de patentes contra covid-19 desarrollada por la científica hondureña María Elena Bottazi, codirectora del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, en Houston, Estados Unidos.

Corbevax, la primera vacuna libre de patentes contra covid-19

La científica junto con el doctor Peter Hotez diseñaron la vacuna contra la covid-19, Corbevax que a finales de diciembre recibió la autorización para uso de emergencia en la India.

“Toda la información necesaria para fabricarla está disponible sin ánimo de lucro. Cualquiera la puede replicar, cualquiera puede trabajar con nosotros”, dijo Bottazi a BBC Mundo.

(Foto: Texas Children´s Hospital)

La vacuna desarrollada por Bottazzi y Hotez está basada en una tecnología tradicional, llamada proteína recombinante. Esta tecnología ya ha aprobado ser efectiva desde hace décadas, en vacunas como la de la hepatitis B. Y actualmente están haciendo pruebas para la variante ómicron, esperando la validación de los resultados.

Su funcionamiento se basa en utilizar proteínas de un virus suficiente para despertar una respuesta inmune, pero no la enfermedad. Además, requiere un proceso de producción más sencillo y barato que otro tipo de vacunas, como las de ARN mensajero que producen Pfizer o Moderna.


Vacuna diseñada para la salud global

Actualmente, Bottazzi y su equipo están en pláticas para producir la vacuna en Indonesia, Bangladesh y Botsuana. Y tienen especial interés en que se pueda producir en Centroamérica y se distribuya por toda la región.

La científica hondureña considera a Corbevax como “la primera vacuna contra covid diseñada para la salud global”, y confía que con esto cambie los paradigmas de producción y distribución de las vacunas.

Botazzi y Hotez venían trabajando en una vacuna desde principios de 2000, cuando surgieron las epidemias de MERS Y SARS, que también son coronavirus, pero como estos virus no derivaron en una pandemia, se perdió el interés en esas vacunas, pero ante la llegada del SARS-CoV-2, los científicos retomaron sus estudios aprovechando la investigación que ya habían empezado.

 (Foto: Texas Children´s Hospital)

La eficacia de la vacuna

El Hospital Baylor College en el que trabajan los investigadores, se alió con el laboratorio indio Biological E. para compartirles información y que hicieran los estudios necesarios para comprobar la seguridad y eficacia de la vacuna.

Según un estudio de Fase lll entre 3 mil voluntarios, Corbevax tuvo una eficacia del 90% para prevenir la enfermedad causada por la versión original del SARS-CoV-2, y del 80% para la variante delta. Sin embargo, los datos de estos estudios aun no han sido publicados, por lo que algunos especialistas prefieren ser cautelosos.

“La ciencia, especialmente cuando se trata de la salud pública, se basa en el análisis objetivo de datos abiertos, sin confiar en la palabra de un fabricante de vacunas con un interés personal en el producto”, señaló James Krellenstein, cofundador de PrEP4All, una organización que vela por la equidad en los servicios de salud.

(Foto: Freepik)

No había interés en su vacuna

Cuando llegó la pandemia de covid-19, Bottazzi y Hotez estaban listos para desarrollar las pruebas necesarias para perfeccionar su vacuna, pero no tuvieron el apoyo de las agencias del gobierno de Estados Unidos.

“No hubo ningún interés. Estaban enfocados en que tenía que ser una vacuna de ARNm. Fue un fallo no apoyar tecnologías como las proteínas recombinantes, o las vacunas convencionales, porque es cierto, tal vez nos tardamos más en la producción, pero una vez lo logramos, podemos producir miles de millones de dosis, Mientras que con las de ARNm, se pueden producir rápido, pero no a escala suficiente”, concluyó la doctora.

(Con información de BBC Mundo)