El distanciamiento social que experimentamos debido al covid-19, la incertidumbre financiera percibida y las dificultades para reunirnos con nuestros seres queridos (si es que no se vive con ellos), pueden representar un problema mayor para las personas que tienen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), ¿lo sabías? Las personas con autismo también pueden verse afectados por las distintas incertidumbres generadas por la pandemia, por ejemplo, ¿cuánto tiempo durará?
De acuerdo con la Escuela de Medicina de Harvard, la situación en la que nos encontramos ha generado nuevos retos para las personas que cuidan a los adolescentes con TEA en sus casas.
¿Qué es el autismo?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el Trastorno del Espectro Autista (TEA) como un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, además de un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo que se presenta, en la mayoría de los casos, durante los primeros 5 años de vida.
Por su parte, Mayo Clinic detalla que algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera infancia, entre ellos menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado.
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¿Cómo ayudar a los adolescentes y a los adultos jóvenes con TEA durante la pandemia de covid-19?
La Escuela de Medicina de Harvard recomienda que para ayudar a los adolescentes y adultos jóvenes con TEA durante la pandemia de covid-19 se tomen las siguientes medidas:
1) Mantener las rutinas que se puedan mantener
Las rutinas son muy importantes para las personas con TEA y si bien la pandemia ha modificado la mayoría de ellas, existen algunas que se pueden realizar con normalidad, como la hora de llamar a la familia (si es que la tiene), la hora de la comida y la hora de ir a dormir.
2) Educarlos sobre el nuevo coronavirus covid-19
La confusión de lo que está ocurriendo puede hacer que los adolescentes y adultos jóvenes que tengan TEA se sientan más asustados o ansiosos. Si a esto se le suman confusiones sobre lo que está ocurriendo como resultado la exposición excesiva a noticias, el resultado puede ser peor.
La recomendación de la Escuela de Medicina de Harvard es que se le pregunte a la persona con TEA dos cosas: ¿qué sabes sobre covid-19? y ¿qué es lo que más te preocupa? Lo anterior permite guiarlos sobre lo mucho o poco que sabe o le gustaría saber sobre covid-19 y el momento en el que les gustaría hablar de ello.
3) Crear nuevas rutinas
En la medida de lo posible, éstas rutinas deberán incorporar la diversión, el ejercicio físico y la conexión social. Si la pandemia no les deja realizar algunas de sus actividades cotidianas, puede ser útil reemplazarlas con otras que ayuden a crear una “nueva normalidad”.
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4) Planificar eventos a esperar:
Esto no solo les servirá para crear algo positivo, sino que también resultará un fuerte recordatorio de que la pandemia de covid-19 se terminará en algún momento y no es eterna.
5) Aumentar la comunicación con ellos:
Es normal que los padres y los niños se preocupen unos de otros, especialmente cuando el contacto en persona es limitado. La comunicación abierta y frecuente puede servir como ayuda para aliviar dichas preocupaciones.