Los problemas cardíacos son la principal causa de muerte en el mundo, pero según expertos en cardiología adoptar un estilo de vida saludable puede reducir hasta en un 80% el riesgo de infarto al corazón.
De acuerdo con la Clínica Mayo, el infarto cardíaco se produce cuando se bloquea o se reduce gravemente el flujo de sangre que va al corazón. Por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias del corazón (coronarias), fruto de la mala alimentación y falta de ejercicio.
Esta condición de salud representa una emergencia médica y actuar correctamente en este tipo de casos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Por esta razón, en Sumédico te compartimos las estrategias más efectivas para proteger tu corazón.
1. Control de la presión arterial, el colesterol y la diabetes
La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo. Muchos pacientes no presentan síntomas, por lo que es vital medirse la presión de forma regular. Mantener la presión normal reduce significativamente la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular.
2. Meditar para controlar el estrés
La respiración es una gran aliada para controlar el ritmo cardíaco y disminuir el estrés. La práctica de este hábito puede disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial en reposo, ayudar a dormir mejor y fomentar hábitos de vida más saludable
3. Consumo moderado de alcohol
El alcohol tiene múltiples efectos negativos en el cuerpo humano, entre ellos aumento de la presión arterial, daño irreversible, ritmos cardíacos irregulares, insuficiencia cardíaca y un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
4. Ejercicio intenso y regular
El ejercicio fortalece el músculo cardíaco y mejora la circulación. La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana. No es necesario hacer rutinas intensas: caminar, nadar o andar en bicicleta son excelentes opciones.
5. Dormir 8 horas
El estrés crónico aumenta la presión arterial y los niveles de cortisol, lo que daña el sistema cardiovascular. Dormir entre 7 y 8 horas diarias y practicar técnicas de relajación como meditación o respiración profunda ayuda a mantener el equilibrio emocional y físico.
6. Nutrición sana
Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables ayuda a mantener las arterias limpias y el colesterol bajo control.
Los expertos en cardiología recomiendan limitar el consumo de azúcares refinados, carnes procesadas y sal para prevenir la hipertensión y el endurecimiento arterial.
7. Socializar
Pasar tiempo con tus seres queridos puede disminuir el riesgo de padecer estrés, ansiedad y depresión, padecimientos que pueden incidir en la salud cardíaca.
8. No fumar
Fumar daña las paredes de las arterias, reduce el oxígeno en la sangre y aumenta la coagulación. Abandonar el tabaco es una de las decisiones más poderosas para cuidar el corazón. Después de un año sin fumar, el riesgo de infarto se reduce a la mitad.
Un chequeo anual con un cardiólogo o médico general puede marcar la diferencia entre la prevención y la emergencia. La detección temprana de factores de riesgo cardiovascular permite salvar vidas.
Implementar estas ocho estrategias puede ayudarte a reducir considerablemente el riesgo y fortalecer tu corazón. La prevención sigue siendo el tratamiento más efectivo para tratar este tipo de emergencias médicas.
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