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Controlan con láser dolor postoperatorio dental

Investigadores de la Universidad Veracruzana, afirman que tiene una efectividad similar al que aporta el consumir un analgésico.

Escrito en ESPECIALIDADES el
Después de la extracción de un diente o una muela se puede aplicar una terapia láser sobre la zona donde se trabajó y así se puede disminuir el dolor postoperatorio, con una efectividad similar a la que aporta el consumir el medicamento analgésico ketorolaco. Así lo informó la Universidad Veracruzana, de México, después de realizar una investigación en la Facultad de Odontología, en su campus Xalapa.
 
El avance terapéutico fue dado a conocer por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través de su agencia de información científica.
 
El doctor Miguel Eric García Rivera, encabezó el estudio sobre el uso terapáutico del láser, en el cual participaron voluntariamente 47 pacientes que requerían una extracción dental y que fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: al primer grupo  se le trató con el analgésico ketorolaco, mientras que al segundo se le dio terapia de dolor con láser de baja intensidad. En ambos casos se realizaron mediciones del dolor después de 4, 6, 12 y 24 horas de haberse realizado la operación.
 
De acuerdo con los resultados, no existe una diferencia significativa entre ambos grupos. Aunque sí hubo diferencias en la evolución de los dos tratamientos, el resultado fue el mismo. De este modo, la Universidad Veracruzana afirma que la terapia con láser de baja intensidad tiene una confiabilidad de 95% para el manejo terapéutico del dolor  postoperatorio dental.
 
“El láser de baja potencia posee un efecto analgésico antiinflamatorio y bioestimulante que acelera la cicatrización de heridas, reduce el edema y la inflamación posoperatoria, tanto en tejidos duros como blandos”, explicó a la Agencia Conacyt el doctor García Rivera, quien es miembro de la Academia Americana de Periodoncia, así como de la Academia Mexicana de Periodoncia y del ITI (Internarional Team of Implantology).
 
La aplicación del rayo láser se realizó en la parte externa de la mejilla, al momento de terminar la extracción, a la altura exacta del área tratada, repitiéndose el mismo procedimiento a las 24 horas. Al otro grupo, después de la operación, se le administró el ketorolaco de 10 mg vía oral (dolac), y se le dio instrucciones de continuar tomándolo cada 6 horas.
 
Se encontró también que el uso del láser de baja potencia es una herramienta útil para la odontología, debido otras posibles aplicaciones y ventajas que suministra en el tratamiento no quirúrgico.
 
“Considerando que el láser de baja potencia es efectivo en heridas superficiales y además tiene la capacidad de penetrar de 2 a 3 cm. Es, por lo tanto, eficaz para las áreas profundas dentro de los huesos, de los músculos y de las articulaciones. Por lo que se deduce que, a pesar de haber diferencia en la densidad ósea, la respuesta analgésica, en ambos grupos, fue semejante”, indicó el líder del proyecto de investigación.
 
Durante el desarrollo del trabajo y procedimientos quirúrgicos no hubo ninguna reacción adversa, mediata o inmediata, o complicación que haya requerido implementar la terapia de rescate o quirúrgica.
 
Después de la extracción comúnmente se administran analgésicos y/o antiinflamatorios; sin embargo, en algunos casos, se encuentra contraindicada su prescripción, debido a sus efectos adversos. Se ha observado una mayor frecuencia de somnolencia e irritación de la mucosa gástrica con el uso del ketorolaco.