Con el fin de conocer cómo los jóvenes entre 18 y 29 años de edad perciben al país, así mismos y qué tan interesados están en las elecciones, considerando que son las personas que tienen en sus manos la mayor parte de la votación, la Universidad Iberoamericana, la Cátedra UNESCO y el Gabinete de Comunicación Estratégica elaboraron una encuesta en donde se les preguntaba sobre sus estudios y la forma de gobierno que preferirían.
Federico Berrueto, director general del Gabinete de Comunicación Estratégico, indicó que el objetivo de la encuesta es indagar las percepciones en cuanto a actitudes políticas, credibilidad en la democracia, interés en el voto, confianza en el futuro, economía, educación, igualdad, discriminación, derechos humanos, percepción de la justicia social, violencia, apatía, falta de valores, religión y sexualidad, entre otros.
Al respecto, el periodista José Buendía consideró interesante esta encuesta se centrará en el 30.66% integrantes de la lista nominal, de acuerdo con el Instituto Federal Electoral, porcentaje suficiente para dar un triunfo claro a cualquier candidato.
Pero los resultados arrojaron que en realidad los jóvenes no sienten respetados en la democracia, tanto que casi el 30% de ellos afirmaron preferir un gobierno no democrático si lograban resolver las disparidades económicas, según refirió Maricela Portillo, académica del Departamento de Comunicación de la Iberoamericana.
En cuanto a la auto percepción, la encuesta reveló que siete de cada 10 jóvenes consideran necesario contar con licenciatura para obtener un buen empleo; sin embargo, cinco de cada 10 opinan que los jóvenes de hoy están poco interesados en seguir con su educación.
Pero siete de cada 10 se mostraron preocupados ante el panorama de no encontrar trabajo debido a la incertidumbre del futuro, pero más del 28% se muestras apáticos frente al panorama.
Por su parte, la antropóloga Maritzia Urteaga comentó que una explicación a esa apatía es quizá que a los jóvenes les cueste mucho trabajo decir las cosas, o denote un desacuerdo con la forma de gobierno, la democracia y la institucionalidad. Y aunque estamos preparados para decir no, aún no lo estamos para decir qué cosa queremos construir.
(Fuente: Universidad Iberoamericana)mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi">