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¿Qué pasa si tomo una cerveza todos los días?

Escrito en ESPECIALIDADES el

¿Sueles aprovechar cualquier situación para beber alcohol? Quizá deberías pensarlo más antes de agarrar esa cerveza. La cardióloga Leslie Cho explica que los efectos del alcohol en el corazón pueden ser muy graves si tomas con regularidad.

¿Esa chela puede matarte? Existe una posibilidad. Esto es lo que dice la experta sobre los efectos del alcohol en el corazón.

¿Cuáles son los efectos del alcohol en el corazón?

Todo en exceso es malo y con el alcohol pasa lo mismo. Si ya tienes este hábito en tu vida y no lo piensas dejar, la doctora Cho recomienda que lo consumas con moderación para evitar problemas cardiacos relacionados con su ingesta.

Uno de los efectos del alcohol en el corazón es que acelera el ritmo cardiaco temporalmente y si estos superan los 100 latidos, puedes estar en problemas.

“Si se pasan los 100 latidos por minuto, puede causar en la persona un padecimiento llamado taquicardia. Demasiados episodios de taquicardia pueden causar problemas más severos, como insuficiencia o ritmos irregulares, lo que puede ocasionar un ataque al corazón y derrame cerebral”, advierte la especialista.

Ese no es el único efecto del alcohol en el corazón. Cho menciona para la Cleveland Clinic que otros efectos del alcohol en el corazón pueden ser:

  • Aumento de la presión arterial con todo lo que eso conlleva
  • Miocardiopatía alcohólica

“Se suele creer que las bebidas alcohólicas pueden proteger al corazón, pero lo cierto es que nunca se debe considerar al vino o cualquier otra como una forma de bajar el riesgo de enfermedad cardíaca”, detalla Cho.

Si tienes 40 años o más, deberás pensarlo dos veces antes de ponerte borracho y amanecer con una cruda, pues tu cuerpo ya no aguanta lo mismo que antes y no todos desarrollan una tolerancia a las bebidas alcohólicas, además de que la capacidad no dura para siempre.

“A medida que nos hacemos mayores, terminamos teniendo más padecimientos, por lo que podemos tomar medicinas que pueden interferir con la forma en que nuestros cuerpos metabolizan las bebidas alcohólicas”, dice .

En sus palabras, los datos más actuales revelan que es probable que no exista una cantidad de alcohol realmente segura y el mito del vino como un protector “ya no es cierto”.

“No es una buena idea empezar a beber alcohol intentando reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Lo mejor es no tomar nada en absoluto”, concluye.