Un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pí i Sunyer de Barcelona con 200 adultos prediabéticos reveló que comer sardinas puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Conoce los beneficios de las sardinas para prevenir la diabetes.
La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico complejo que se caracteriza por la hiperglicemia y está asociada con alto riesgo de complicaciones cardiovasculares y microvasculares, entre otras. En el mundo afecta a 463 millones de personas y se estima que en 2045 afectará a casi 700 millones.
En la diabetes el azúcar (o glucosa) en la sangre se encuentra en un nivel elevado. Esto se debe a que el cuerpo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina, una hormona que ayuda a que las células transformen la glucosa, que proviene de los alimentos, en energía.
Sin la suficiente insulina, la glucosa se mantiene en la sangre y con el tiempo, este exceso puede tener complicaciones graves.
Comer sardinas 2 veces a la semana puede prevenir la diabetes
En ese sentido, la diabetes mellitus es una enfermedad que se origina debido a la combinación de diversos factores, entre los que se encuentran la edad, obesidad, sedentarismo, alimentación inadecuada, antecedentes familiares y algunos factores genéticos.
Al respecto, el factor alimentario tiene gran relevancia y los investigadores se interesaron en los beneficios de la sardina en diabetes. A los 200 adultos en estado de prediabetes se les suministró un suplemento de sardinas junto con una dieta adecuada y al paso de un año encontraron las siguientes conclusiones:
Protección contra diabetes. Un patrón dietético saludable y el establecimiento de un microbiota favorable brindan protección contra el desarrollo de diabetes mellitus 2 en población de avanzada edad, con obesidad y en estados previos a la enfermedad.
Sardinas. Seguir una dieta de prevención de diabetes tipo 2 con un suplemento de sardinas durante un año tuvo un efecto protector en el desarrollo de la enfermedad y de eventos cardiovasculares:
“Se mejoran parámetros como la presión arterial, la composición de ácidos grasos y la expresión de genes de riesgo de la enfermedad. Este suplemento se traduce en el consumo de sardinas dos veces por semana”.
¿Taurina? El contenido en taurina de las sardinas es un factor clave, aunque no es el único nutriente que juega un papel determinante y está presente en el pescado azul y los mariscos.
Tres claves. Las claves para el adecuado manejo de esta enfermedad y su prevención son la dieta, el ejercicio físico y el tratamiento farmacológico. La alimentación es uno de los puntos más importantes.
Al respecto, la Asociación Americana de Diabetes (ADM) determina que no existe un patrón extensible a todos los enfermos, sino más bien unas pautas saludables a encajar en la vida de cada persona. Esto explica la variabilidad de respuesta que cada individuo tiene frente a uno u otro producto.
Dieta mediterránea. Es una de las que obtiene mejores resultados en la prevención de la enfermedad y en la reducción del riesgo cardiovascular en personas que ya la padecen. Se caracteriza por una alta presencia de vegetales, legumbres, granos integrales, frutos secos y pescado. En esta dieta hay menor proporción de alimentos de origen animal como lácteos y carne.
Las sardinas aportan proteínas, ácidos grasos omega 3, fósforo, selenio, yodo, vitamina B12, B6, niacina y vitamina D.
Finalmente, recuerda que no solamente se trata de un alimento sino de un plan de alimentación equilibrada que incluya alimentos de distintos grupos lo cual significa la inclusión de distintos nutrientes esenciales en tu alimentación, consulta siempre con tu especialista en Nutrición.