Hasta hace unos meses, cuando la ola de ómicron se calmó, los casos de covid-19 y el número de muertes iban de la mano. En la actualidad ese ya no es el caso.
Si bien los contagios vuelven a subir, el número de muertes es muy reducido comparada con otros momentos de la pandemia. De hecho, las cifras de los fallecimientos se comparan a la de los momentos más bajos de los dos años de pandemia.
Esto se debe a que la población está protegida contra el coronavirus como nunca antes. Gracias a la inmunidad adquirida por infecciones previas y por las vacunas, la sentencia de muerte que una vez acompañó al covid, hoy ya no existe.
Sin embargo, la inmunidad es una situación temporal. Las defensas creadas por las infecciones previas y la vacunación van a comenzar a disminuir y entonces podrá volver a surgir un aumento de muertes por covid-19, dijo el doctor Abraar Karan, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford.
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Cada vez hay menos muertes por covid-19 ¿es el final del coronavirus?
Pero, ¿cuánto durará esta tendencia? ¿Es el principio del fin del covid o es una victoria pasajera? Expertos advierten que las muertes pueden aumentar al final del año.
En olas anteriores todavía había grandes grupos de personas que no se habían vacunado o expuesto al virus y corrían el mismo riesgo de muerte que al principio de la pandemia. Pero ahora, solo queda un número muy reducido de personas que no cumplen con los escenarios anteriores y por eso la mortalidad del covid-19 se ha reducido, dijo el doctor David Dowdy, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.
Según algunas estimaciones, la tasa de letalidad del covid-19 es un tercio inferior a la del verano pasado y un cuarto inferior a la de diciembre. Según estimaciones científicas, la ola actual es la segunda más grande de toda la pandemia. De acuerdo con el doctor Dowdy, lo que se está viendo es que los casos de covid se están volviendo más leves.
Según los científicos, estos datos reflejan mejor el aumento de la inmunidad que el debilitamiento intrínseco del virus. Las personas que han tenido el virus y han sobrevivido, ahora tienen un mejor sistema inmune para combatir infecciones recurrentes. Sin embargo, hace falta reforzar la inmunidad.
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Con información de: NYT