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Advierten sobre efectos de la deshidratación

Especialistas señalan que la deshidratación puede ocasionar cansancio excesivo, falta de concentración así como daños renales y cerebrales

Escrito en ESPECIALIDADES el

Especialistas indicaron que es necesario tener al organismo bien hidratado porque de lo contrario, pueden presentarse problemas cansancio excesivo, falta de concentración, mala digestión, mal humor y en algunos casos, daños a los riñones y el cerebro.

Ante esto, el director general de la Coordinación de Hospitales Regionales de la Secretaría de Salud, Francisco Navarro Reynoso, dijo que la mejor forma de reponer los minerales (electrolitos) que el cuerpo pierde al sudar, es con la ingesta de líquidos.
 
Menciona que lo ideal es agua con un poco de azúcar y sal para hacer un suero, pero hay bebidas preparadas en las tiendas que hacen la misma función cuando hay deshidratación por diarrea o alguna otra enfermedad.
 
Cuando se trata de hidratarse en el día a día, "se pueden utilizar jugos de frutas que aportan líquido, glucosa y electrolitos y también se pueden usar para hidratar", resalta Navarro Reynoso.
 
Por su parte, la nutrióloga de consulta privada, Susana Padierna, indicó que se deben consumir los mismos líquidos que se eliminan, pues si se rompe ese balance puede haber cansancio excesivo, problemas en el proceso digestivo y pérdida de la concentración.
 
Menciona que hay una tabla que habla de tomar al día 30 mililitros de agua por cada kilo del peso corporal que en promedio es de dos litros, pero eso depende de la situación de cada persona, ya que por ejemplo los pacientes cardíacos tienen limitaciones para la ingesta de líquidos.
 
Al respecto, Francisco Leyva, jefe del Servicio de Urgencias pediátricas del Hospital de Gíneco Pediatría 3A, Magdalena de las Salinas del IMSS, señala que sin líquidos hidratantes no funciona nuestro organismo, y los riñones o el corazón podrían dejar de funcionar comprometiendo incluso la vida de las personas.
 
"Sin líquidos no se llevaría a cabo la oxigenación a nivel de la sangre y celular y esto trae consecuencias muy severas que pueden incluso causar la muerte", agregó.
 
En contraste, los expertos advirtieron que un exceso de líquidos tendría un efecto adverso, pues se eliminan electrolitos y hay una descompensación.
 
En tanto, Arturo Torres Gutiérrez Rubio, internista y director general del Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar, resaltó que la hidratación tiene que ver con el buen funcionamiento del cuerpo en general, pero sobre todo del cerebro.
 
En entrevista explicó que una hidratación insuficiente en principio no tiene manifestaciones físicas sino cognitivas, pero las personas suelen echar la culpa a otras causas como la edad o el estrés.
 
Detalló que si una persona baja de peso en cuestión de horas o días no puede tratarse más que de agua, porque no se puede perder ni grasa ni masa muscular de manera tan rápida.
 
Entonces cuando se tiene una baja de peso tan pequeñita como 1.2 por ciento en las mujeres o 1.5 por ciento en los varones se empiezan a tener manifestaciones muy sutiles, tales como dificultad para la concentración, dolor de cabeza leve, distracciones y una mayor dificultad para realizar las labores cotidianas.
 
“Eso tiene una explicación muy sencilla: tres cuartas partes de nuestro cerebro es agua y está vulnerable si no está suficientemente hidratado”, detalló.
 
El experto destacó que una persona bien hidratada invariablemente tiende a tener mejor desempeño, hace las cosas en menos tiempo y con mayor asertividad.
 
Dejó claro que “a diferencia de que cuando sentimos hambre, comemos, cuando sentimos sed es que nuestro cuerpo ya está deshidratado. El cuerpo hace una serie de ajustes para que, entre otras cosas, se sienta el reflejo de beber y eso quiere decir que se ha perdido por lo menos dos por ciento del peso en forma de agua.
 
“Entonces las personas presentan ya problemas cognitivos mucho antes de que les dé sed”, dijo y abundó que la ingesta de líquidos debe ser constante desde que amanece hasta poco antes de irse a dormir.
 
Y si eso lo tienen que hacer todas las personas, con más razón los grupos de edad que incluyen a niños pequeños y gente de la tercera edad que, entre otras cosas, comparten el hecho de que son dependientes de una tercera persona de una manera u otra.
 
Ellos tienen una cantidad proporcional de líquidos más baja de lo habitual, porque eso es inherente a su edad. Así es que ellos más que nadie precisan tomar líquido.
 
Gutiérrez Rubio estableció que la gente suele pensar que sólo hidrata el agua simple, empero lo hacen todos los líquidos.
 
“La razón es muy sencilla: todos tienen un porcentaje dado de agua en su composición. A mucha gente no le agrada el hecho de que el agua simple sea insípida; entonces, el sólo hecho de que yo le ponga colorante, ni siquiera saborizante, hace que le sea más apetitoso.
 
“Entonces hidrata lo mismo una bebida que tiene solamente fruta, por ejemplo, que no se le agregue azúcar; el té, el café, el jugo. Todos los líquidos hidratan”. Y no sólo eso: también hidratan los alimentos, enfatizó.
 
“Hay muchos alimentos que tienen un alto contenido de agua, como las frutas en general, aunque hay unas que lo hacen más, como la sandía, y algunos vegetales que no son dulces, como las verduras, y algunos vegetales que no son verdes.
 
“Cuando yo hago el cálculo de cuánto líquido necesito, que en México es de tres litros para una mujer adulta y 3.7 para un varón adulto, se debe contar todo: sopas, caldos, verduras, frutas, más lo que me bebí”, comentó.