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Acoso cibernético también daña

Aunque la tecnología no es un factor que aumente la angustia, sí lo es la duración, lesiones, contenido sexual, participación de múltiples autores y odio.

Escrito en FAMILIA el

El acoso cibernético o cyberbullyng, que se da en línea también perjudica al afectado, aunque es emocionalmente menos perjudicial para los jóvenes que el acoso personal, además de ser menos preocupante porque su duración puede ser corta y no implica desequilibrios de poder significativos.

 
Un grupo de Investigadores de la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos,  analizó entrevistas telefónicas realizadas entre 2013 y 2014 con 791 chicos de entre 10 y 20 años. El 34 por ciento señaló 311 incidentes de acoso el año anterior, que fueron 54 por ciento en persona; 15 por ciento, por medio de la tecnología; y 31 por ciento de los dos. 
 
Los incidentes a través de la tecnología fueron más propensos a involucrar a varios testigos, pero menos autores, reveló el estudio. 
 
Otro dato relevante es que aunque en medios tecnológicos son más propensos a involucrar a los extraños, son menos dolorosos para los jóvenes que el acoso por parte de compañeros y conocidos. 
 
Kimberly J. Mitchell, del Centro de Investigación Infantil contra Crímenes de la Universidad de New Hampshire, indicó que los ataques en línea provocaron menos lesiones que aquellos que se realizan en persona. 
 
Mientras que, añadió, los episodios mixtos se producen tanto en persona como a través de elementos tecnológicos y suelen a involucrar cosas embarazosas de la víctima, se producen en varias ocasiones, duran un mes, implican daño físico y comienzan como broma, antes de convertirse en algo más grave.
 
De acuerdo con los investigadores y defensores, el acoso por medio de la tecnología afecta a las víctimas porque los acosadores envían fotos o videos anónimamente y para grandes audiencias, además la agresión puede llegar en cualquier momento.
 
Aunque la tecnología no es un factor que aumente la angustia, sí lo son la duración, desequilibrio de poder, lesiones, contenido sexual, participación de múltiples autores y odio, indicó Heather Turner, co-autora del trabajo (Con información de Infosalus).