El dióxido de cloro es una sustancia que se ha promovido para el tratamiento de la covid-19, enfermedad causada por el nuevo coronavirus, sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que no hay evidencia sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar efectos adversos graves.
No es la primera vez que el dióxido de cloro y sus derivados se han promovido como “terapéuticos” para la cura de diversas enfermedades pese a que no se cuenta con ninguna evidencia científica acerca de su eficacia como advierte también la OPS:
“Frente a la covid-19, se han promovido en el mercado numerosos productos que contienen dióxido de cloro o derivados, solos o en combinación, que indican falsamente tener propiedades curativas para la covid-19 e incluso otras dolencias asociadas”.
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¿Qué es el dióxido de cloro?
El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo que se suele utilizar como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas públicas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones.
¿Cómo actúa el dióxido de cloro? La OPS explica que, al reaccionar en agua, el dióxido de cloro genera iones clorito:
“Ambas especies químicas son altamente reactivas, por lo cual cuentan con capacidad de eliminar bacterias y otros microorganismos en medios acuosos”.
Pese a tratarse de un gas inestable y altamente tóxico para la salud, es comercializado como supuesto tratamiento para covid pero en realidad, el ion clorito oxida a la hemoglobina, la proteína encargada de llevar el oxígeno a todo el cuerpo y así la transforma en metahemoglobina la cual no puede llevar oxígeno a todo el cuerpo.
5 órganos que afecta el consumo de dióxido de cloro "para covid"
La alta concentración metahemoglobina generada por el dióxido de cloro impide la oxigenación del cuerpo y puede dañar principalmente 5 órganos del cuerpo humano:
1. Corazón. El consumo de dióxido de cloro cambia la actividad eléctrica en el órgano cardíaco.
2. Vasos sanguíneos. Dicha sustancia además reduce la presión arterial a niveles peligrosos para la salud y la vida.
3. Hígado. Produce insuficiencia hepática aguda.
4. Estómago. El dióxido de cloro irrita la mucosa estomacal y causa vómito o diarreas severas.
5. Pulmones. Los altos niveles de metahemoglobina pueden causar hipoxia profunda.
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Finalmente, ya sean productos a base de dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral en pacientes con sospecha o diagnóstico de covid-19, en ningún caso se recomienda utilizarlos y la sugerencia de la OPS es:
“No consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (hipoclorito de sodio, lavandina, etc.) y se debe denunciar cualquier promoción que se identifique sobre propiedades curativas de estos productos”.