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Muere Germán Dehesa, víctima de cáncer

El escritor y cronista ya había adelantado, en sus últimos escritos, que pronto podía morir, ya que padecía cáncer.

Escrito en ESPECIALIDADES el

Finalmente, tal y como él mismo lo vaticinó en su columna editorial, Germán Dehesa, uno de los intelectuales y cronistas más estimados de México, murió víctima de cáncer terminal.

Una especie de despedida fue publicada el día 25 de agosto de 2010, en su espacio del diario Reforma: "Trato de vivir sobre las puntitas de los pies, pues en mis delirios, imagino que si casi no hago ruido, la enfermedad no se va a percatar de mi presencia y me permita colarme a la vida que es a donde me gusta estar”, rubricó, sin perder el sentido poético y, hasta cierto punto irónico, que caracterizó su prosa.

El jueves 2 de septiembre, el escritor y dramaturgo murió en su casa a las 18:35 horas, rodeado por su familia. Tenía 66 años.

A pesar de haberse referido a su enfermedad y a su muerte inminente ("Nadie tiene idea de cuándo será la terminación cronológica de mi vida, pero calcula la ciencia médica que esto ocurrirá hacia los finales de este año"), jamás precisó qué tipo de cáncer lo aquejaba, solamente se sabía que era terminal.

Germán nació en la ciudad de México, el 1 de julio de 1944, estudió con los hermanos maristas gracias a una beca, y posteriormente ingresó a la UNAM para estudiar Química y Letras Hispánicas, en donde laboró durante 25 años como catedrático.

Además de su labor como escritor, actuó en la película de Rafael Montero, Cilantro y Perejil, fue locutor radiofónico, dramaturgo y promotor cultural. El 11 de agosto de 2010 fue reconocido por el jefe de gobierno Capitalino, Marcelo Ebrard, como “Ciudadano Distinguido”.

Era de todos conocida su enorme afición por el equipo de futbol Pumas de la UNAM, y pocas veces faltaba a un encuentro en el estadio olímpico México 68, en donde departía lo mismo con otros personajes populares fanáticos del equipo que con la hinchada popular que le reconocía su amor por los colores azul y oro.

Entre sus libros se cuentan: Adiós a las trampas, No basta ser padre, Los PRIsidentes y Fallaste corazón, entre muchos otros, además de ensayos y columnas que publicaba en diarios y revistas del país.

Descanse en paz, Germán Dehesa. (Con información de La Jornada)