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Indispensable, la terapia para evitar linfedema después de cirugías por cáncer

Ella es Isabelle Aloi-Timeus y su misión en la vida es propiciar calidad de vida para los pacientes que han pasado por cirugía oncológica y están en riesgo o ya padecen linfedema.

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Ella es Isabelle Aloi-Timeus y su misión en la vida es propiciar calidad de vida para los pacientes que han pasado por cirugía oncológica y están en riesgo o ya padecen linfedema. Lo hace a través de la Fundación Salvati, creada por ella misma tras una experiencia familiar con el cáncer, y también en la Clínica de Calidad de Vida Oncológica del Centro Médico ABC.

¿Linfedema? ¿Qué es eso? Aunque muchos médicos no advierten a sus pacientes, el linfedema puede ser una consecuencia de los tratamientos contra el cáncer y se manifiesta con la acumulación de líquido linfático en los tejidos adiposos justo debajo de la piel.

La acumulación genera hinchazón sobre todo en los brazos y las piernas, cerca del lugar en donde se presentó el cáncer, en dónde se extirparon ganglios o éstos resultaron afectados por la radioterapia.

A nivel mundial se ha estimado que un paciente oncológico tiene entre 36 y 40 por ciento de posibilidades de padecer linfedema después del tratamiento de cáncer, de acuerdo con información proporcionada por la experta.

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La misión de la Fundación Salvati, atender el linfedema


Isabelle es licenciada en Terapia Física y fue la primera en traer a México la rehabilitación en materia de linfedema. Con esa misión nació la Fundación Salvati en donde han creado todo un modelo de atención que incluye terapia física, nutrición especializada para enfermas de cáncer, psiquiatría, psicología, grupos de apoyo, monitoreo, sentido de vida y onco-imagen. “Cuando se combinan las terapias se vuelve un tratamiento muy completo para  que las pacientes recuperen calidad de vida”, dice Isabelle.

Es una atención multidisciplinaria para pacientes de escasos recursos a quienes también se apoya para conseguir estudios y tratamientos. Además, Fundación Salvati ha elaborado diversos manuales: para la salud de la próstata, para la paciente con cáncer de mama y para la disminución de riesgos de cáncer de mama.

En Fundación Salvati se hizo un estudio con 100 pacientes a quienes se les aplicó la terapia de prevención del linfedema a lo largo de 5 años y sólo el 9 por ciento de ellas tuvo el problema. “Por ello es muy importante que las pacientes se atiendan antes de que aparezca o cuando recién apareció; cuando esto último ocurre es posible recuperar una buena calidad de vida”, afirma.

La Clínica de Calidad de Vida, réplica del Modelo Salvati


El modelo Salvati se ha replicado en la Clínica del Centro Médico ABC en donde además se atiende a pacientes que padecen linfedema no sólo como consecuencia del cáncer, y también se hace desde un enfoque multidisciplinario. Y se trabaja sobre la base de protocolos.

El linfedema puede adquirir dimensiones muy grandes, incluso a nivel de elefantismo. “Hay médicos que afirman que el elefantismo ya no se presenta en México pero lo cierto es que las personas que lo padecen no quieren salir de sus casas. Cuando doy conferencias o me hacen entrevistas y hablo del tema recibo no menos de 40 llamadas y en muchas de ellas me dicen ´yo tengo ese problema”, señala Isabelle Aloi-Timeus. Cuando el linfedema llega a ese nivel, con la terapia se puede reducir pero ya no se puede revertir del todo, precisa.

Varias causas para el linfedema


El linfedema puede derivarse de los tratamientos oncológicos, pero no es la única causa. De hecho hay toda una clasificación:

Linfedema primario

  • del recién nacido

  • precoz (que se presenta en la adolescencia)

  • tardío (lo padecen personas de más de 30 años)


En estos casos la condición puede obedecer a que no hay conductos linfáticos, a que haya menos conductos de lo normal o que los existentes sean más anchos.

Linfedema secundario

  • Por cáncer (extirpación y desecación de ganglios)

  • Por problemas circulatorios crónicos

  • Por traumas

  • Por filariasis (que es una infección por parásitos que se adquiere en lugares pantanosos; el parásito se infiltra por los pies y se come el sistema linfático)


En todos los casos, la obesidad complica todavía más la situación, por lo que el enfoque nutricional es una parte muy importante del tratamiento.

En general, de acuerdo con lo que informó Isabelle, el 80 por ciento de los casos se derivan de problemas oncológicos, y cuando el linfedema ya es muy grande “ha habido pacientes que me dicen ´hubiera preferido morir de cáncer¨, platica la terapeuta.

Vital, la educación a niñas y jovencitas


En opinión de Isabelle, además del diagnóstico temprano del cáncer de mama, es fundamental educar a las niñas y jovencitas sobre la autoexploración. “Una niña que ha aprendido a autoexplorarse cada mes conoce mejor que nadie su cuerpo y podrá detectar más fácilmente alguna bolita. “En el InCan (Instituto Nacional de Cancerología) nos han dicho que el 80 por ciento de las pacientes llega cuando los tumores ya son de más de 6 centímetros”, y en esos casos es más complicado el pronóstico.

Por lo pronto, Isabelle continuará con su labor para capacitar a terapeutas en la especialidad de linfedema. Lo hace en el país y en el extranjero. Y seguirá con su misión para que las pacientes puedan tener calidad de vida.

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