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Moléculas derivadas del veneno de alacrán servirían vs cáncer: UNAM

Las benzoquinonas son potentes antibióticos y también funcionarían como antineoplásicos, informó el especialista de la UNAM, Lourival Possani.

Escrito en ESPECIALIDADES el

Investigadores del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Stanford y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Salvador Zubirán (INCMSZ) acaban de encontrar que se pueden aislar y sintetizar un par de moléculas nuevas de antibióticos a partir de predecesores del veneno de alacrán. ¿Podrían haber encontrado una de las formas de tratar el cáncer?

Se trata de las Benzoquinonas, que si bien no están dentro del veneno como tal, los escorpiones contienen sustancias que son precursoras del antibiótico, indica la UNAM. Esto es lo que dicen los especialistas.

¿Pueden las Benzoquinonas ser una de las posibles formas de tratar el cáncer?

De acuerdo con un boletín publicado el 26 de noviembre por la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM (DGCS), las Benzoquinonas son potentes antibióticos que terminan con las bacterias como Mycobacterium tuberculosis y Staphylococcus aureus y también podrían servir como una de las formas de tratar el cáncer, ya que se descubrió que sirven como antineoplásicos contra varios tipos de células de esta enfermedad.

Al respecto, el investigador emérito del Instituto de Biotecnología (IBt), Lourival Domingos Possani Postay, menciona que las Benzoquinonas son antibióticos potentes que no se encuentran como tales en el alacrán, pero el invertebrado contiene unas sustancias que son precursoras del antibiótico.

“Al momento de que nosotros sacamos el veneno del alacrán, al contacto con el aire de la atmósfera el oxígeno modifica al precursor y hace que surja un color del veneno”, indica Possani. El color rojo y el azul serían antineoplásicos, indica la DGCS.

Para llegar a sus conclusiones, el doctor Possani y sus equipo de colaboradores aislaron dichos componentes con los colores rojo y azul y trataron determinar su estructura. Estas nuevas moléculas fueron conseguidas a partir de precursores del veneno del alacrán Diplocentrus melici, que proviene de Veracruz. Después, en colaboración con la Universidad de Stanford, estas moléculas fueron caracterizadas químicamente por espectrometría de masas y resonancia magnética nuclear.

Luego de hacer esto, los elementos del IBt verificaron sus propiedades antibióticas en modelos de roedores y cultivos de células, descubriendo que son potentes eliminadores de bacterias y también luchan contra varios tipos de células cancerígenas.

Ya existían antecedentes con el veneno de alacrán 

El veneno de las colas de los alacranes resulta rico en sustancias con múltiples funciones y contiene proteínas que pueden ser usadas para cambiar el comportamiento de las células tumorales.

Como parte de un proyecto de más de diez años, el estudiante de la licenciatura en Medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Demetrio Rodríguez Fajardo, analizó la reacción de las células tumorosas de cáncer de mama ante la aplicación de toxinas de veneno de alacrán.

¿Cuál fue el procedimiento?

"Lo que hicimos fue buscar venenos de alacranes presentes en el Occidente de México, conocer sus características, entender las proteínas que los componen y probar los efectos de éstas en líneas celulares tumorales humanas para valorar su influencia en crecimiento o proliferación celular tumoral, así como otros parámetros”, explica Demetrio, quien también detalló que la sustancia del veneno impide que las células cancerígenas sigan duplicándose.

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“Hay una proteína que como efecto inhibe a una familia de proteínas que participa en los mecanismos de reparación celular; al bloquearse lo que hace que la célula cancerígena no pueda replicarse porque no tiene suministros para proliferar”.

Veneno vs Cáncer: el estudio

Para conocer los efectos de las proteínas del veneno, Demetrio Rodríguez las aplicó en modelos in vitro y explicó que en esta investigación se utilizaron métodos cromatográficos en los cuales se separaron los componentes del veneno para que posteriormente fueran administrados sobre líneas celulares tumorales.

Rodríguez señaló que también se estudió la composición global de los venenos para conocer características como la cantidad y proporción de aminoácidos o proteínas que contenía.

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Posteriormente se analizaron los efectos de las proteínas del veneno para saber si provocaban sus efectos sobre la muerte celular con fenómenos de apoptosis o necrosis y se llevaron a cabo estudios para reconocer las vías celulares a través de las cuales algunas proteínas de interés podrían ejercer sus acciones.

Otros tratamientos:

En el pasado, especialistas del Hospital Universitario de la Universidad Federal de Santa Catarina, en Brasil, desarrollaron un helado  que funciona como complemento de la alimentación en pacientes en quimioterapia y contrarresta los efectos secundarios de este tratamiento.

Lo que sigue con el descubrimiento de las moléculas derivadas del veneno de alacrán

“El componente azul es tan bueno para impedir la infección como el principal antibiótico recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el tratamiento de la tuberculosis, que es la Isoniazida”, apuntó el doctor Possani.

Con esto se podría hacer una de las formas de tratar el cáncer, pero todavía faltan pasos para que esto sea posible.

En palabras del experto, para que en un futuro se puedan usar estas moléculas como medicamentos, se debe solicitar la patente inicial, denominada “PCT”, la cual es mundial, pero debe ser registrada en las distintas naciones. Una vez que se cumpla el plazo internacional, mencionó, se necesita patentarlo en cinco regiones.

(Con información de Dirección General de Comunicación Social de la UNAM (DGCS) y Ciencia MX)