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"Con cáncer, lo difícil es el dolor físico y emocional"

El Instituto Nacional de Cancerología realizó una reunión de supervivientes de cáncer, bajo el lema de alzar la voz contra el estigma y la discriminación

Escrito en ESPECIALIDADES el

“Hay estigma cuando uno está enfermo de cáncer y tienden a limitarte en todos los aspectos, tanto social como emocional. (Te dicen) no puedes hacer esto, no ir puedes ir a tal lado, cúbrete”, expresa Irma García Flores, quien es una superviviente de cáncer de mama

Este viernes el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) realizó la Reunión de Supervivientes de Cáncer  “Ponte la capa y alza la voz”,  a la que asistieron aproximadamente mil personas, la cual tuvo como objetivo crear consciencia sobre este sector de la población y que avance una iniciativa de ley que los proteja y evite que sean discriminados en todos los ámbitos de la sociedad. 

Actualmente el INCan cuenta con datos de 3 mil 805 supervivientes, 95% de ellos aún tienen algún efecto secundario del tratamiento que recibieron y cinco de cada 10 presenta fatiga constantemente, también a consecuencia de la enfermedad. 

Ese es el caso de Irma, quien relata que todo el proceso ha sido complejo por los problemas físicos que ha presentado, ya que vive con las secuelas de la mastectomía, de la quimioterapia y de la radioterapia. “Me siento a veces muy cansada, mi estado de ánimo a veces está bien, a veces baja”. 

Aunque ahora su cáncer está controlado, el camino no ha sido fácil. La primera vez que detectó una bolita en su seno izquierdo la ginecóloga que la atendió le dijo que no era nada y que no se sabía explorar. 

Después acudió a Fucam para que le hicieran una mastografía y no hubo rastro del cáncer, pero nueve meses más tarde sintió un ganglio inflamado y llegó el diagnóstico que tanto temía. 

Irma relata que le hicieron mastectomía radical en el seno izquierdo, después recibió ocho sesiones de quimioterapia y 25 de radioterapia. “El dolor es lo más complicado, tanto el físico como el emocional”, enfatiza.  

Para ella la palabra cáncer significa “muerte, miedo, soledad. ¿Por qué la soledad? Porque al inicio de la enfermedad las personas que uno conoce se acercan y conforme va avanzando, los amigos, los familiares se van alejando, ya no hay una cercanía como antes. 

“A veces se cansan de ir a visitar a uno, de hablarte, o a veces uno mismo no tiene ánimos de empezar una conversación y ellos piensan ‘bueno, no tiene ánimos de conversar, ya no le hablamos’”, narra Irma mientras su mirada deja entrever la tristeza que guarda. 

De acuerdo con datos del INCan 94.11% de los supervivientes presentan afectaciones psicosociales, así como trastornos emocionales como ansiedad (40.3%), depresión (48.1%) y el temor a la recaída (57.8%)

Esta mujer trabajó 30 años como enfermera, no es casada ni tiene hijos, sólo cuenta con sus hermanas y sobrinos, quienes la ayudan emocionalmente y la acompañan al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, donde ha recibido el tratamiento.

Irma destaca que falta avanzar en la “prevención y la sensibilidad, tanto a nivel social como a nivel médico, porque muchas veces cuando uno acude al médico de primer nivel nos dice: ‘no es nada” y aunque uno insista te dicen ‘no es nada, son tus nervios’, todo lo enfocan al nivel nervioso y emocional. Eso fue lo que a mí en primera instancia me dio coraje”. 

Ahora ella trata de retomar su vida, regresando poco a poco a hacer ejercicio. En el futuro le gustaría participar en una asociación para dar un apoyo emocional a otros pacientes y sus mayores sueños son poder viajar por toda la República Mexicana y recuperar su autosuficiencia. 

A las personas que actualmente están luchando contra esta enfermedad les da un mensaje: “En primera, no hay que pensar que la vida se nos termina, sino que sigue adelante y tampoco hay que arrastrar a nuestra familia, aceptemos su ayuda en cualquier aspecto y seguir adelante, nuestro aspecto físico a veces se deteriora, pero hay muchas cosas que nos ayudan”. 

Desaparición del Seguro Popular no afecta atención  a pacientes con cáncer: INCan 

Abelardo Meneses, director general del INCan, recuerda que la Reunión de Supervivientes de Cáncer “Ponte la capa y alza la voz” surgió desde hace seis años porque no existía una organización que pusiera a la vista a los supervivientes. 

“Bajo el estigma de que cáncer es igual a muerte, quisimos establecer programas para demostrarle al país y al mundo que los pacientes de cáncer sí hacen la diferencia, que cáncer no es igual a muerte, ese es el primer testimonio que queríamos dar a conocer”, enfatiza.  

Al ser cuestionado sobre la transición del Seguro Popular al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, el doctor Meneses asegura que esto no afecta los recursos para gastos catastróficos, que son con los que le están dando cobertura a los pacientes, por lo que sus tratamientos y todos los servicios están garantizados. 

Respecto a los supervivientes, dice que tienen dos metas por delante, hacer un registro de ellos con el fin de conocer más sobre la manera en que superaron la enfermedad y darle seguimiento a los efectos secundarios que presentan por la cirugía, radioterapia y quimioterapia 

La otra meta es que haya una iniciativa de ley para  proteger a quienes han padecido esta enfermedad, evitar que sean discriminados en su trabajo, que se puedan reincorporar a sus labores y que también tengan derecho a tener cobertura social a través de un seguro, porque a veces tener cáncer los descarta inmediatamente de poder contratar una póliza.  

En México, el cáncer es la tercera causa de muerte, el año pasado se detectaron 190 mil 667 nuevos casos y hubo 83 mil 476 fallecimientos, de acuerdo con datos de Global Cancer Observatory

Sin embargo,  ahora cáncer ya no es sinónimo de muerte y prueba de ello son los más de 600 supervivientes que asistieron a la reunión.  El director general del INCan dice que para lograr estos avances “ha contribuido mucho la difusión, hay muchos tumores en los que cada vez se atienden más en etapas tempranas, como en cáncer cervicouterino, que ocupó durante muchas décadas el primer lugar de frecuencia y mortalidad, hoy se ha reducido más del 40% su mortalidad, cada vez se diagnostica más tempranamente”. 

Añade que otro factor que ha contribuido a lograr estos resultados positivos son los esquemas de tratamiento, los medicamentos innovadores como la inmunoterapia, aunque  hay que trabajar mucho en la inversión para este rubro. 

Gisel Guadarrama es una mujer sonriente que es un ejemplo de que es posible sobrevivir al cáncer. Hace 10 años fue diagnosticada con sarcoma, justo cuando acababa de tener a su hijo. Después comenzó todo el proceso, le amputaron la pierna izquierda a la altura de la rodilla, y recibió quimioterapias durante año y medio. 

“Lo más difícil que he vivido es no encontrar información sobre el tipo de cáncer que yo tengo. Es muy caro, porque para empezar el cáncer no mira condición económica, entonces el tratamiento es caro, la cirugía, las quimioterapias, los estudios y después el costo de una prótesis es bastante cara. Te encuentras con la situación de que no hay apoyos, que el gobierno no sabe de la existencia de esta enfermedad”, destaca. 

A sus 31 años expresa con orgullo que el  cáncer no la detuvo, ya que logró concluir su carrera y actualmente es representante de una constructora, es empresaria y es mamá. “Es bien importante la actitud que los pacientes tengamos, depende de nosotros, tenemos que estar bien agradecidos porque la vida te da una segunda oportunidad”, afirma.  A las personas que acaban de ser diagnosticadas o que están en tratamiento les dice que es normal que se sientan enojados y tristes, pero que no deben quedarse ahí, sino seguir adelante. “Quiéranse mucho, vean como un ejemplo que a mí me daban tres meses y al final del día la última decisión está allá arriba. Existe esperanza, agárrense de la esperanza y pónganse sueños. No interrumpan su vida por el cáncer”, resalta.