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Clínicas de dolor, opción para personas con cáncer

Hay tres tipos de molestia: el dolor agudo, el dolor crónico o persistente y el dolor intercurrente

Escrito en ESPECIALIDADES el

Expertos del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) trabajan para aminorar los efectos negativos del dolor crónico en pacientes con cáncer, a través de la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos.

Y es que el 40 por ciento de los pacientes con diabetes mellitus, quienes llegan a ese nosocomio, tiene la enfermedad mal controlada, por lo que la afección produce dolor intenso y afecta las terminaciones nerviosas y les imposibilita caminar.

El dolor crónico afecta muchas facetas del paciente, desde lo emocional, la depresión y la irritabilidad hasta la ansiedad.

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Por ello, la anestesióloga Miriam Rodríguez Cabrera comentó que el objetivo de las Clínicas del Dolor  "es aligerar los síntomas generados por los tratamientos contra esa enfermedad, como náusea, vómito, estreñimiento, dificultad respiratoria, limitación en la actividad física, insomnio, cirugías, quimioterapias o radioterapias" y que también se atiende a pacientes con dolor crónico generado por enfermedades benignas, como neuropatía diabética, principalmente en adultos mayores, o el herpes zóster que puede desencadenar dolores invalidantes.

“De ahí que para el personal de este hospital sea prioridad brindar un tratamiento farmacológico, con medicamentos conocidos como neuro moduladores, que alivian el dolor”.

En caso de no tener mejoría, indica Rodríguez Cabrera, los médicos usan terapias un poco más invasivas al aplicar medicamentos endovenosos con algún tipo de bloqueos adicionales, especialmente en pacientes en fases más agudas.


 

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Datos sobre el dolor causado por el cáncer:

La American Cancer Society señala que las personas con cáncer que presentan dolor, pueden llegar a notar que este malestar cambia a lo largo del día, y que puede ser diferente cada 24 horas.

Esta institución señala que hay tres tipos de molestia: el dolor agudo, el dolor crónico o persistente y el dolor intercurrente.

Dolor agudo: Por lo general, es intenso. Se presenta rápidamente y dura relativamente poco tiempo. Con más frecuencia, es un signo de que el cuerpo ha sido lesionado de alguna forma y desaparece luego de reponerse de la lesión.

Dolor crónico o persistente: Puede presentarse rápida o lentamente y variar desde leve hasta intenso. A diferencia del primer dolor, éste dura por periodos prolongados. Se considera crónico si dura más de 3 meses y puede perturbar la vida de quienes lo padecen e interrumpir sus actividades cotidianas si no es bien tratado. El dolor crónico no desaparece a menos que se trate su causa subyacente, pero generalmente puede aliviarse o mantenerse bajo control mediante medicinas contra el dolor.

Dolor intercurrente: Consiste en un aumento intenso de dolor que puede suceder aun cuando se están recibiendo medicamentos de forma programada contra el dolor crónico. Este dolor “traspasa” el alivio obtenido con medicamentos comunes contra el dolor y por lo general, no se puede predecir.

Generalmente se presenta rápidamente, puede durar tanto como una hora, y se siente como si fuera un dolor crónico excepto que es peor, y su intensidad puede variar. Puede que surja varias veces al día.

La causa puede ser el mismo cáncer o puede estar asociado con el tratamiento contra el cáncer. Por lo general, se trata con una dosis adicional de medicamentos contra el dolor o un tipo diferente de medicina.



Con información de Notimex, American Cancer Society