Una de las principales recomendaciones durante una contingencia ambiental o cuando estás enfermo, es usar cubrebocas pero, ¿realmente protegen? Los expertos te dicen exactamente lo que sucede cuando los usas.
Los cubrebocas o tapabocas antimicrobianos se crearon para evitar la dispersión de enfermedades contagiosas transmitidas a través del aire.
Sin embargo, no en todos los casos son efectivos.
Usar cubrebocas, ¿sirve o no?
De acuerdo a un artículo publicado en The New York Times, algunas pruebas sugieren que usar cubrebocas puede ayudar a proteger a otros de enfermarse y durante una contingencia ambiental, pueden disminuir los daños por respirar aire contaminado. Pero no en todos los casos.
Estos artículos empezaron a usarse en los quirófanos a finales del siglo XIX y rápidamente se volvieron populares entre las personas,
especialmente durante la epidemia de influenza en 1918.
Estudios realizados en 2013 demostraron que los cubrebocas si evitan el contagio de virus y enfermedades.
Los investigadores contaron el número de partículas virales en el aire alrededor de los pacientes con influenza y encontraron que usar cubrebocas disminuía hasta veinticinco veces la exhalación de gotas grandes de virus.
Otros estudios realizados por investigadores australianos estiman que en un ambiente casero, utilizarlo disminuye las probabilidades de
que una persona sana se enferme en un 60 a 80%.
Sin embargo, los cubrebocas no resultaron ser tan eficaces para proteger contra las gotas virales más pequeñas que pueden permanecer más tiempo suspendidas en el aire y que son un riesgo mayor de contagio. Se encontró que solo reducen la exhalación de este tipo de gotas 2,8 veces.
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¿Funcionan contra la contaminación?
Esto mismo ocurre al usarlas para protegernos de la contaminación, especialmente si hay partículas PM 2.5, las cuales son muy pequeñas y dañinas para la salud.
Al respecto, Rafael Hernández Zenteno, director de la Clínica de EPOC, indica que si es recomendable utilizar los cubrebocas durante una contingencia ambiental, sin embargo, hay que tener cuidado de utilizar los que sean de alta eficiencia.
Los modelos más comunes que se ofrecen en el mercado, que son de tela delgada color azul no se recomiendan debido a que se mojan con facilidad gracias al aliento y eso no ayuda para evitar que entren las partículas tóxicas.
Otro factor que influye en la poca eficiencia del cubrebocas es el uso incorrecto y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que la mayoría de la gente no lo utiliza de la manera óptima para lograr el nivel de protección adecuado.
Ya lo sabes, no significa que el uso de este artículo médico no sirva para protegerte, puede hacerlo en caso de enfermedades y virus, pero cuando se trata de partículas pequeñas de contaminación, lo mejor será que optes por un cubrebocas más especializado, de tipo industrial y no los de tela.
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