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¿Tus rutinas de aseo personal son seguras?

Hay costumbres que seguimos al pie de la letra, sin darnos cuenta que en realidad pueden dañar nuestra salud.

Escrito en VIDA SANA el

Desde pequeños aprendemos una serie de hábitos de higiene personal que cumplimos al pie de la letra durante nuestra vida. Nos lavamos las manos antes de comer y después de ir al baño, nos cepillamos los dientes y tiramos de la cadena. 

La higiene personal comenzó a preocupar en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Luis Pasteur estudió el origen de las enfermedades infecciosas, mismas que podían evitarse simplemente con lavarse las manos.
 
Sin embargo, el exceso de limpieza puede ser contraproducente para la higiene en conjunto.
 
Te presentamos siete costumbres exageradas que ponen en peligro nuestra salud a diario y que no le damos importancia.
 
1. Lavar la ropa en frío y tender al interior: Cada vez se utilizan menos los programas de lavadora de más de 60 grados centígrados, única temperatura con la que la ropa puede quedar libre de gérmenes y que sólo se eliminan con agua caliente y tenderla al sol.
 
Otro error común es dejar la ropa en agua o en la lavadora, sin tender durante todo un día, pues la humedad hace que las bacterias se multipliquen, la ropa se pudra y su olor se extienda por toda la casa. 
 
2. Acumular los platos en la cocina: El fregadero de la cocina puede acumular hasta 50 mil bacterias por metro cuadrado, y si dejamos acumular los platos sucios, se convierte en la zona más sucia de la casa. 
 
3. Abusar del jabón: El jabón es un disolvente de la grasa, que si se utiliza con demasiada frecuencia, logra que la piel pierda el manto graso que la protege.
 
4. No bajar la tapa del inodoro cuando jalas de la cadena: Cuando tiramos de la cadena, los gérmenes fecales se reparten por la estancia como si rociáramos un aerosol de heces por el baño, y pueden llegar hasta los cepillos de dientes
 
5. Utilizar los secadores de manos: Aunque evitan la acumulación de toallitas de papel en las botes de basura, gastan electricidad, secan peor y son menos higiénicos. Los secamanos de aire de alta velocidad incrementan la presencia de bacterias en un 42 por ciento y los de aire caliente en un 254 por ciento. Además, el chorro de aire puede llevar las bacterias hasta a dos metros del lugar donde se encuentra el aparato esparciéndolas por todo el baño. 
 
6. “Rescatar” la comida que se cae al suelo: El 99 por ciento de las bacterias se trasmiten a la comida inmediatamente en cuanto toca el suelo. Bacterias como la salmonella tienen capacidad de sobrevivir en superficies secas hasta cuatro semanas y de transferirse a los alimentos con el contacto inmediato.
 
7. No tratar debidamente las lentes de contacto: Si los lentes de contacto no se desinfectan se puede sufrir una queratitis bacteriana, infección de la córnea que se incrementa en verano, cuando nos bañamos con ellos puestos en albercas con cloro y productos químicos.
 
Para limpiarlas, aclararse y desinfectarse, para evitar la formación de hongos, se deben lavar las manos antes de manipularlas, usar líquido limpiador y renovar este en cada uso (Con información de El Confidencial).