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Testimonio: Yo fui una mujer violentada

Una mujer que sufrió violencia de parte de su pareja habló en exclusiva con SUMEDICO, la agresión dice no sólo es física.

Escrito en VIDA SANA el

Elsa María Arroyo Hernández, de 42 años, mujer que sufrió violencia de parte de su pareja, tiene un hablar escrupuloso, sus palabras son cuidadas y tal parece que las piensa demasiado y que desea mantener un bajo perfil. Es bajita y tímida, pero en sus ojos se percibe esa luz que anuncia que tiene mucho que decir respecto a lo que alguna vez vivió.

En entrevista exclusiva para SUMEDICO, su entusiasmo brota poco a poco, no es violento, porque la violencia es algo que no va con ella, a pesar de haberla sufrido.

“Mi pareja jamás me golpeó –dice con seguridad–, pero existen otras formas de violencia, no sólo los golpes; yo sufrí violencia psicológica y emocional. Porque violencia también es querer que nosotras nos encarguemos de todo, que no haya respeto de parte de nuestra pareja; pero también es violencia que no nos miren, que no nos escuchen, que no nos dirijan la palabra”.

Elsa se acercó al Instituto de las Mujeres del Distrito Federal y hoy participa en los consejos delegacionales de mujeres, que son “un espacio en donde las mujeres nos reunimos y reflexionamos respecto a los problemas que nos aquejan”, comenta con mucha serenidad.

“Todas las mujeres sufrimos violencia, el problema es que la violencia se generaliza y no alcanzamos a percibirla de una sola vez. La violencia que yo sufrí es de las más sutiles, no podemos verla, y solamente cuando entramos a un proceso de reflexión nos damos cuenta de que estamos siendo violentadas”, comenta.

Uno de los principales problemas, desde su perspectiva, es que en muchas ocasiones la violencia no se percibe ni desde dentro de la pareja ni desde afuera: “La violencia la vemos sólo como golpes, pero no es la única forma para violentar, también puede ser física, emocional, psicológica y hasta sexual. Muchas mujeres deben creer que no sufren violencia porque su marido no les pega”.

Existe un momento clave, para Elsa, cuando la mujer se libera: “Me preocupa que las mujeres crean que como ya se liberaron serán capaces de liberar a las otras mujeres; pero lo importante es no ir al instituto o a donde las ayuden con esa mentalidad, porque hay que hacer un acto de reflexión, de conocimiento interno para comprender lo que nos sucede; debemos aprender a mirar a las otras compañeras para mirarnos a nosotras mismas”.

Elsa finaliza la charla con una frase que le escuchó a la catedrática y activista Marcela Lagarde: “Me gusta mucho una frase que ella dice: Quien no se ha mirado a sí misma no puede mirar a las demás”.