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"Sientes que la vida se te va cada que escupía sangre"

A pesar de que los casos van en aumento, desde septiembre no hay vacuna en México: Rodrigo Romero Feregrino, de la Asociación Mexicana de Vacunología.

Escrito en VIDA SANA el

“No es necesario tener enfermedades aparte, no importa si eres sano. La tuberculosis puede matarte”, explica Jonathan Javier Gutiérrez quien recuerda cómo todo comenzó con episodios de tos matutinos y nocturnos. 

“Vomitaba sangre y con mi esposa acudimos a un dispensario en el Ministerio (Secretaría) de Salud. Cuando me vieron musculoso pensaban que era otra cosa, nunca imaginaron que era tuberculosis”.

“Sientes que la vida se te va con cada escupitajo de sangre. Y no puedes estar cerca de tu familia": Jonathan y la tuberculosis

Hace dos años Jonathan fue diagnosticado con tuberculosis. Él es oriundo de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil y cuando padeció la enfermedad se encontraba en México. Se recuperó luego de 6 meses y una semana y media más. El joven aún tiene presente lo significó para él.

“Sientes que la vida se te va con cada escupitajo de sangre. Y no puedes estar cerca de tu familia. Todo el tiempo vomitaba sangre”.

Fotografía: Jonathan siempre fue fanático del deporte 

En México hay alerta por el aumento de casos de tuberculosis y de tuberculosis multirresistentes, es decir, aquellas que tienen resistencia a los fármacos, de acuerdo con lo dicho por el doctor Rodrigo Romero Feregrino, secretario y vocero de la Asociación Mexicana de Vacunología, en entrevista con SuMédico. Explica que la tuberculosis es una enfermedad muy importante en el mundo que puede causar la muerte y que los casos van en aumento.

“Es una enfermedad infecciosa que más muertes causa y particularmente en países pobres y en vías de desarrollo, en todos los países tenemos tuberculosis. Somos un país endémico, en México tenemos muchos casos de tuberculosis, por ejemplo, en estados como Guerrero, y el problema es que cada día tenemos casos. En México tenemos un gran problema pues tenemos alerta por aumento de casos de tuberculosis y de tuberculosis multirresistentes, es decir aquellas que tienen resistencia a los fármacos”.

En el caso de México, durante los primeros dos meses de 2020 se reportaron 8,029 casos de tuberculosis respiratoria, casi el doble de lo que se registró en el mismo período de 2019 que fueron 4,448, según datos de la Secretaría de Salud (Ssa).

Cada año, el 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis que tiene como objetivo concientizar a la población respecto a las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la enfermedad.

Esta fecha marca el día en que, en 1882, el doctor Robert Koch anunció que había descubierto la bacteria causante de la tuberculosis, suceso que hizo posible el diagnóstico y tratamientos para esta enfermedad.

¿Qué es la tuberculosis? La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la tuberculosis como una enfermedad causada por la mycobacterium tuberculosis o “Bacilo de Koch”, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones; la tuberculosis es curable y prevenible. La tuberculosis se transmite de persona a persona a través del aire.

“Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada”, señala la Clínica Mayo

El 10% de las tuberculosis se resisten al tratamiento 

En entrevista con SuMédico, el doctor Rodrigo Romero Feregrino explica que la tuberculosis es una enfermedad muy importante en el mundo que puede causar la muerte; y los casos van en aumento.

Enfatiza que hay un creciente número de tuberculosis que se resisten a los tratamientos. Se calcula que más o menos el 10% de los casos de tuberculosis son multirresistentes.

“Es un problema mundial el aumento de la tuberculosis resistente. Es muy probable que por la pandemia de covid los casos de tuberculosis aumenten ante el incremento de la pobreza, aumento del hacinamiento, pues en los lugares dónde hay mucha gente junta, por ejemplo, internados, reclusorios y otros lugares dónde convive mucha gente la transmisión es más fácil”.

Existe una vacuna pero en México por el momento no hay…

En prevención, Romero explica que solamente se tiene una vacuna. La vacuna de BCG o bacilo de Calmette-Guérin, un bacilo de la familia de la tuberculosis.

“Se recomienda aplicar la vacuna a todos los niños al nacer, en adolescentes y adultos; la OMS recomienda realizar la prueba de tuberculina y si salen negativos, aplicarla. Esta vacuna no previene contra todas las formas de tuberculosis, por ello el diagnóstico temprano para evitar contagios es fundamental y para dar el tratamiento que debe durar seis meses, además de dar tratamiento a parientes cercanos”.

Además de lo anterior, el doctor revela que desde septiembre del año pasado México no tiene disponible la vacuna de BCG:

“Esperamos la vacuna llegue nuevamente y que cuando llegue sea posible vacunar a los que estén rezagados, aunque pase la edad en la cual se sugiere; se puede aplicar en cualquier momento, aunque la recomendación es durante los primeros meses de vida, si se aplica después no pasa nada. Mientras, la única forma de cuidarse es no estar en contacto con personas con tuberculosis. No se tiene dato de cuándo llegaría la vacuna. Lamentablemente no se sabe cuándo va a llegar”.

Fotografía: doctor Rodrigo Romero Feregrino

Tuberculosis en el mundo

La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo pues como refiere la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada día casi 4 mil personas pierden la vida a causa de la tuberculosis y cerca de 28 mil personas enferman de tuberculosis, una enfermedad prevenible y curable.

En ese sentido, la OPS refiere que los esfuerzos mundiales para combatir la tuberculosis han salvado a más de 63 millones de vidas desde el año 2000.

Por otro lado, en el continente Americano se estima que en 2019  290 mil personas enfermaron de tuberculosis y hasta 54 mil personas no fueron diagnosticadas o reportadas mientras que 17 mil personas murieron, entre ellas 5 mil 900 personas con VIH.

Síntomas de tuberculosis

Aunque el cuerpo hospede la bacteria causante de la tuberculosis, el sistema inmunitario puede evitar la enfermedad y en ese sentido, información proporcionada por Mayo Clinic refiere que se distinguen dos formas de tuberculosis: activa y latente. Mientras la tuberculosis latente, también llamada inactiva, no es contagiosa y no presenta síntomas, la tuberculosis activa enferma y es contagiosa, como aclara la OMS.

“El único tipo de tuberculosis que es contagiosa es la activa, cuando afecta los pulmones. Así que, si puedes evitar que la tuberculosis latente se vuelva activa, no se la contagiarás a nadie más”.

La tuberculosis activa tiene entre sus signos y síntomas los siguientes: tos con duración de tres semanas o más, dolor en el pecho o dolor al respirar o toser, tos con sangre, pérdida de peso involuntaria, fiebre, fatiga, sudoraciones nocturnas, escalofríos y pérdida de apetito. La tuberculosis también puede afectar órganos como los riñones, columna vertebral y cerebro.

La gran simuladora: tuberculosis puede parecerse a enfermedades como el cáncer

Al respecto, Romero dice que la bacteria causante de la tuberculosis puede afectar a cualquier órgano o tejido y por ello se le llama “la gran simuladora” pues puede parecerse a otras enfermedades como el cáncer, aunque la forma clínica más común es la tuberculosis pulmonar

“La tuberculosis pulmonar que es una enfermedad que puede durar mucho tiempo y necesita un tratamiento muy especializado que dura meses, por lo menos seis meses para poder eliminarlo. Alguien que tiene tuberculosis puede ser bacilífero, es decir, puede expulsar bacilos y se necesita estar en contacto seguido con esa persona para poderse contagiar, por ello, ocurre más en hacinamiento".

“Ya que tenemos identificado que es tuberculosis tenemos que buscar la etiología, si el bacilo está presente, por pruebas específicas y se puede buscar en el esputo, o secreciones respiratorias, y tomar varias muestras, por lo menos tres, para buscar el bacilo de la tuberculosis, es mejor. También hay pruebas moleculares, pero hay que tomar varias muestras y esto es tardado. El diagnóstico puede ser difícil y tardado: uno de los grandes problemas es el diagnóstico tardío”.

La historia de Jonathan

Jonathan tiene 30 años y es originario de Guayaquil y recuerda que todo fue sorpresivo para él.  Al comienzo de la enfermedad todo es raro.

“Yo comencé y todo era bien raro porque yo siempre he sido deportista, me había alimentado bien siempre, estaba muy bien, pero despertaba y tosía una vez; de repente arrojaba una flema y en la noche también tenía episodios de tos”.

Un día normal de Jonathan era sentir apetito siempre, ir al gimnasio, jugar un deporte parecido al voleibol, que es típico de su país, y así se mantenía. Pero la tos era diaria y comenzó a preocuparle sobre todo cuando empezó a arrojar flemas y presentar fiebre.

“En la noche me daba tos, pero no tanta y el día que comencé a arrojar la sangre me dio fiebre”.

Fotografía: Jonathan siempre cuidó su peso y nunca consumió alcohol o tabaco

Era arrojar sangre y sangre 

Cuando Jonathan refirió sus síntomas al médico, le pidieron regresar un día después para realizarle una prueba de esputo.

“Ese día de la prueba me la pasé con fiebre y arrojando sangre, me dijeron que tendría respuesta y resultados de la prueba de esputo después de 9 días. Sentía desesperación, sentía que se me iba la vida, cada cuatro horas me venía ese goteo en la garganta; era arrojar sangre y sangre. Fui al hospital, me hicieron una radiografía y mis pulmones se encontraban bien, pero gracias a Dios la prueba estuvo antes para que me atendieran pronto”.

El joven cuenta que fue un viernes cuando se fue a hacer la prueba de esputo, pero le informaron antes que se cumplieran los nueve días indicados:

“Me explicaron que tenía tuberculosis avanzada, me dijeron que tenía que regresar para tratamiento, pero me deprimí mucho. Esto fue hace dos años y tenía que usar mascarilla. Me recomendaron tener todo el tiempo la mascarilla y estar aislado hasta que se aseguraran que mi prueba saldría negativa para identificar que ya no podía contagiar a nadie Te sientes discriminado, ahorita ya con la mascarilla no te ven mal por la pandemia, pero antes de esto, la gente te ve, te mira raro”.

Algo muy difícil para Jonathan fue mantenerse alejado de sus hijos ante el riesgo de contagio y cada día pensaba por qué se había infectado con tuberculosis si nunca había tenido vicios o malos hábitos; siempre estuvo presente el miedo a morir. 

“Sientes que la vida se va con cada escupitajo de sangre, no podía abrazar a mi familia, no dejaba de arrojar sangre. La familia más que todo me dio fuerza, me ayudaba y poco a poco fui mejorando, pero la primera semana que te enteras de esto no dejas de pensar en que puedes morir; es una depresión total”.

Puede haber daño en el cerebro y en el sistema nervioso central 

El doctor Romero explica que entre más tarde sea el diagnóstico hay mayor riesgo de daños y de secuelas. 

“Aquí hay dos problemas, la recidiva, pues muchos pacientes terminan el tratamiento y meses o años después pueden volver a tener la enfermedad si el bacilo quedo viable en algún tejido; y la otra, depende el daño es la secuela. Si causó mucho daño en los pulmones, pues pueden quedar problemas respiratorios, si causa daño en cerebro o sistema nervioso central puede presentarse pérdida de movimiento dependiendo dónde afecte”.

Comenzar de nuevo: la vida cambia después de la tuberculosis

Algo que le sirvió mucho a Jonathan fue unirse a grupos de apoyo en dónde supo que la enfermedad tenía cura y que poco a poco el tratamiento mejoraría su situación.

“Con el tratamiento y el tiempo la sangre paró, comencé a recuperar mi peso. Uno quiere que esto termine rápido pero tenía tuberculosis sensible; fueron seis meses de recuperación. Me dio pánico, nerviosismo, cuando tomas el medicamento te dan náuseas, alergia, sientes picor en el cuerpo, a mí no me salieron ronchas, pero he escuchado que a algunas personas sí les salen”.

Además, los tratamientos también generan efectos secundarios que resultan incómodos, como cuenta también Jonathan.

“Los primeros días dan náuseas y asco pues la pastilla es fuerte, debilita el hígado y sientes que toda la comida te da asco”.

Fotografía: Jonathan continúa con el hábito del deporte y asegura que la tuberculosis cambió su vida

Finalmente, Jonathan invita a reflexionar que la tuberculosis puede afectar a cualquier edad, sin importar situación económica ni otras condiciones pues las defensas naturales del cuerpo “bajan” y la enfermedad puede ser devastadora:

“Lo que recomiendo es cuidar la salud mental pues lo que más lastima es la depresión y eso no ayuda, pierdes peso. Tienes que mantener la mente positiva porque esto tiene cura. A cualquiera le puede pasar, yo era una persona sana y deportista, iba al gimnasio, hacía otros deportes, pero no me alimentaba adecuadamente, gastaba más energía de la que consumía, ahora sé que fue eso. Yo tenía ganas de vivir, por mis hijos, por mi familia y gracias a Dios pude cuidarme. Cuando me preguntan de las secuelas pues sí, la vida cambia, en mi caso las secuelas fueron emocionales, aunque algunas personas que conozco me dicen que presentan dolores, a mi afortunadamente no; solamente es el nerviosismo, el temor a la muerte, no sé”.
 

Datos inquietantes…

Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen a lo largo de la vida un riesgo de enfermar de tuberculosis de un 10%, sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado, como ocurre en casos de malnutrición, diabetes, infección por el VIH o en quienes consumen tabaco.

Al respecto, la OMS y la OPS comparten otros datos inquietantes respecto a la tuberculosis.

-Desnutrición, pobreza y otros factores de riesgo son causa de que millones de personas enfermen de tuberculosis.

-El miedo al estigma es el mayor obstáculo para que las personas con tuberculosis obtengan la atención que necesitan.

-La tuberculosis es la principal causa de muerte de las personas con VIH.

-2 de cada 3 personas con tuberculosis farmacorresistente no reciben el tratamiento que necesitan.

-Para 2022, 30 millones de personas deben recibir tratamiento preventivo para tuberculosis. Solo 1 de cada 5 personas lo recibe.

-Sólo 2 de cada 3 personas con tuberculosis reciben atención de calidad y la pandemia por covid-19 lo está haciendo más difícil.

¿Tienes la marca de la vacuna en tu brazo derecho?

El doctor Romero refiere que la tuberculosis es un gran problema que necesita verse.

“Tenemos muchas maneras de evitar las enfermedades infecciosas y ahora que tenemos más conciencia de covid, hay que pensar que muchas enfermedades infecciosas pueden evitarse con la vacunación, por ello hay que asegurar que todos los niños sean vacunados. La vacuna de tuberculosis es la que deja cicatriz en el brazo derecho, hay que revisar eso y otras vacunas. Hay que estar completos en los sistemas de vacunación pues esto nos da la oportunidad de prevenir”.

Fotografía: Marca de la vacuna de tuberculosis

Finalmente, el doctor subraya la importancia de acudir siempre con un especialista. 

“Hay que quitar la mala práctica en México del autodiagnóstico y la automedicación pues esto, en enfermedades como la tuberculosis, retrasa el tratamiento y diagnóstico adecuados lo cual genera más daños y ya cuando se acude al médico se llega en etapas avanzadas de la enfermedad”.

Para más información puedes visitar la página vacunación.org