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Sesenta días en Wuhan: el aislamiento de Dizi desde la "zona cero"

"Lo más directo que hemos perdido esta vez es la libertad", asegura la joven que vivió el aislamiento en Wuhan.

Escrito en VIDA SANA el

Recientemente, investigadores de la Universidad de Oxford informaron que la decisión de China de cerrar la ciudad de Wuhan también conocida como la zona cero de pandemia de COVID-19, pudo haber evitado más de 700 mil nuevos casos de la enfermedad al retrasar la expansión del virus, según su estudio ya publicado en la revista científica Science. Al respecto, Christopher Dye, uno de los autores involucrados detalló:

Para el día 19 de febrero, día 50 de la epidemia, había 30 mil casos confirmados en China.

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Un éxito haber cerrado Wuhan "zona cero" por COVID-19: investigadores

Lo anterior, luego de que los investigadores usaran una combinación de los reportes de casos, información de salud pública y datos de rastreo remoto de los teléfonos móviles para conocer más de la propagación del virus. El periodo de tiempo estudiado incluyó dos de las principales celebraciones de China: el festival primaveral y el año nuevo lunar.

Respecto al análisis Dye también dijo:

Nuestro análisis sugiere que sin la restricción de viajes en Wuhan y la respuesta de emergencia nacional, habría habido, más de 700 mil casos confirmados de COVID-19 fuera de Wuhan. Las medidas chinas de control parecen haber funcionado al romper exitosamente la cadena de transmisión, previniendo el contacto entre personas infectadas y susceptibles.

En ese sentido, son muchos los países que comenzaron a implementar la política de distanciamiento físico como forma de detener el coronavirus COVID-19.

Sí, trabajar desde casa y evitar salir a la calle o reducir la frecuencia de viajes ya sea por trabajo o placer se ha convertido en la estrategia máxima para combatir la epidemia causada por el nuevo coronavirus.

Al respecto, Naciones Unidas (UN), ha publicado la interesante entrevista de los 60 días de "cuarentena" de una joven china de Wuhan en la cual recomienda no sentirse culpables por dedicar tiempo a actividades distintas a las habituales, es decir, por cambiar temporalmente y por completo el estilo de vida al dedicarse a actividades de ocio y a la familia o seres queridos que nos rodean.

La joven también hace énfasis en no leer noticias negativas todos los días y cuidar la salud aún durante este largo periodo que puede generar sensación de inseguridad para muchos, ansiedad, inquietud o depresión ante el aislamiento y el manejo de asuntos laborales dentro de cuatro paredes. Su experiencia de aislamiento en la zona cero de la pandemia puede ayudar a que aquellas personas que han comenzado o continúan en confinamiento se sientan identificados y puedan manejar mejor la extraordinaria situación.

Dizi la joven que vivió el aislamiento por nuevo coronavirus en Wuhan: ¿quién es?

¿Quièn es Dizi? Presentada para UN, la joven cuenta que su nombre es Dizi y nació y asistió a la universidad en Wuhan. Estudió medicina durante siete años:

“Me fui de casa y trabajé durante muchos años después de graduarme. Regresé a Wuhan hace unos años y he residido aquí desde entonces".
 

Respecto al inicio de su aislamiento, la joven recuerda:

“Fui a la casa de mis padres desde mi lugar de residencia al 23 de enero. Allí me sorprendió el confinamiento que ahora está terminando, aunque es imposible abandonar nuestra comunidad. Hasta donde yo sé, muchos residentes ya pueden ir de compras, y algunas personas fuera de Wuhan en la provincia de Hubei también pueden regresar a Wuhan para trabajar".

La joven también recuerda la sensación repentina al enterarse del cierre de la ciudad y lo grave que resultaba aquel momento, aunque nunca imaginó lo que sucedería después: un largo encierro que superaría lo que su mente había anticipado respecto a la duración de la epidemia:

“En la primera semana o dos, los residentes podían salir a comprar verduras, ir a los negocios, y los supermercados no estaban cerrados. Luego, con el aumento de casos graves de la epidemia, se sugirió que los ancianos permanecieran en el interior y no salir en lo absoluto. Algunos jóvenes podían moverse por la comunidad, aunque la gestión era muy estricta. Las personas no tenían permitido entrar o salir de su lugar de residencia. Solo el personal médico y de enfermería y algunos trabajadores esenciales podían ingresar o salir después de haber obtenido un pase".

Dizi explica cómo la víspera de Año Nuevo sería la última vez que iría de compras, pues el personal pidió abastecerse de productos cotidianos para unos 10 días, lo cual no fue suficiente:

“Ahora recuerdo que en aquel momento lo más importante para el uso diario era el desinfectante de manos. Pero luego siempre falta algo.”

Como en la mayoría de casos, la alimentación también era una de sus preocupaciones durante la cuarentena y comparte algo sobre la añoranza y cambios en la alimentación, porque sí, al final, nuestra comida también evoca recuerdos y situaciones vividas:

“También está el aspecto de la comida, es decir, los fideos o el arroz que te gusta comer, y las albóndigas congeladas también son muy convenientes. También bebidas y mucha carne. Los bocadillos son muy importantes, porque creo que pueden ajustar tu estado de ánimo, por lo que debes comprar tantos bocadillos como quieras. En cuanto a la preparación mental, Internet en realidad está muy desarrollado y puedes encontrar todo, incluidos tus libros favoritos, así como obras de cine."
 

Por otro lado, otra cuestión importante de la que da testimonio Dizi es acerca de la manera cómo organizó su vida, trabajo y descanso durante el aislamiento:

“Eso estuvo un poco en desorden desde el principio. En los primeros días me concentré en la situación de la epidemia. Recuerdo que en los primeros dos o tres días, miré la pantalla del celular durante 13 hora al día; es decir, apenas abría los ojos estaba mirando la información, porque el número de casos en Wuhan aumentó demasiado en esos días, y no teníamos muy claro cuántos pacientes y cuántas camas había".

Nerviosismo, temor e incertidumbre desde el confinamiento

Dizi refiere que se sentía nerviosa y veía noticias a menudo; esas noticias en las que alguien pedía ayuda, reportes de casos graves, la gente que no podía dejar de hacer cola en el hospital, pero, con el progreso en el control de la propagación del virus y la presencia de personal médico de todo el país apoyando a Wuhan, todo comenzó a cambiar:

"Después empecé a levantarme alrededor de las 8:00 de la mañana, y leer algunos libros hasta las 9:00, o si tenía un horario de trabajo, me ponía a trabajar rápidamente. Por la tarde bajaba las escaleras para hacer un poco de ejercicio y luego cenaba. Y por la noche miraba la televisión un rato y, a veces, continuaba trabajando. Aún sigo este régimen".

¿El mayor desafío? Para Dizy, la situación más desafiante de aislarse en casa fue el control de su estado de ánimo en la etapa inicial pues pese al trabajo y cosas que quería hacer, lo que más le preocupaba era el cambio de la situación de la epidemia, los amigos y familiares, incluso aquellas personas que no son tan cercanas.

Como también comparte, en ese estado emocional es fácil caer en preocupación; la joven intentó hacer diagnósticos por Internet, adquirió medicamentos y se dio cuenta que no había forma de resolver el problema, más que cumplir con el confinamiento que en palabras de Dizi “Puede exceder la preparación de muchas personas”.

Pese a que la joven considera que Internet es una herramienta esencial, reconoce que no puede reemplazar el contacto directo entre las personas:

"Creo que esta vez hay muchas personas que han perdido a sus seres queridos en Wuhan. De hecho, la muerte de sus seres queridos, incluida la pérdida de amigos y empleos, causará problemas psicológicos. Lo más directo que hemos perdido esta vez es la libertad. Aunque es solo temporal, puede hacer que la gente piense mucho. Cuando éramos estudiantes, a menudo teníamos un retiro de uno o dos meses para reflexionar, pero ese retiro era diferente del actual. Elegiste voluntariamente, y esta vez fue completamente pasivo. Por eso, desde el principio de todo yo me sentía muy indefensa y ahora puedo aceptarlo con calma. Creo que es un avance.

Una experiencia de aprendizaje y reflexión desde Wuhan

La joven advierte además que es muy común relacionar síntomas de otras enfermedades con la COVID-19, por ejemplo, ella tuvo fiebre baja durante dos meses, pero era resultado de una faringitis, por ello sugiere:

- Considerar los antecedentes de contacto con personas infectadas, viajes y los síntomas frecuentes de la enfermedad.

- Salir de casa (si es estrictamente necesario) con una mascarilla y mantener distancia con las demás personas.

- Prestar atención en lavar las manos con frecuencia.

- Organizar la rutina diaria y tratar de mantener hábitos de vida regulares (recomienda leer varios libros).

- Escuchar música y participar en actividades artísticas o “aquellas que puedan hacer que tu corazón se sienta mejor” dice la joven.

- Encontrar una manera de que el estado de ánimo negativo pase lentamente, no permitir que exista mucho tiempo.

También pide prestar atención en la protección de traumas y lesiones por ejemplo cortaduras al cocinar o resbalar en el baño pues sería difícil un tratamiento oportuno y acudir a un hospital aumenta el riesgo de infección.

Finalmente, la joven reflexiona ante la posibilidad de encontrarse nuevamente en una situación similar:

“Si vuelvo a encontrarme en una situación como esta en el futuro, creo que puedo enfrentarla más activamente, ya sea por un desastre o por un aislamiento que he elegido voluntariamente".

Desde tu lugar de residencia y ante la pandemia de COVID-19, ¿te sientes identificad@? #QuédateEnCasa

Con información y fotografías de: Naciones Unidas y Noticias ONU