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Quejarse demasiado modifica el cerebro

Entre del 13.6%  al 28.8% de la población padecerá algún trastorno de ansiedad en su vida.

Escrito en VIDA SANA el
Para algunas personas quejarse de todo es la sal y pimienta de su día a día;  parece condimentar sus vivencias y enriquecer sus historias.

Sin embargo, más allá de la victimización o necesidad de atención, esto podría afectar la salud física y mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala a los trastornos mentales y del comportamiento como principales causas de morbilidad en personas de entre 15 y 44 años.

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Quejarse de todo: ¿un mal hábito?


De acuerdo con investigadores de la Universidad de Clemson, quejarse con frecuencia es una conducta que entrena al cerebro para la depresión y la ansiedad.

Datos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF), revelan que las enfermedades mentales provocan mayor discapacidad que otras enfermedades crónicas.

En ese sentido, los trastornos de ansiedad tienen como característica la presencia de molestias tales como el miedo, intranquilidad, desesperación, preocupación excesiva y temor.

Estos trastornos cuentan con la mayor prevalencia.

Entonces se estima que entre del 13.6%  al 28.8% de la población padecerá alguno a lo largo de su vida.

De hecho la ansiedad y depresión se han considerado una epidemia para diversas instituciones de salud y medios de comunicación y señalan como causa importante el uso desmedido de las redes sociales.

En ese sentido, Robin Kowalski, profesor investigador en la Universidad de Clemson, explica que las quejas excesivas pueden producir un cerebro deprimido y ansioso; pensar negativamente o de forma pesimista puede convertirse en un mal hábito.

Para pensamientos negativos, pensamientos positivos...


Kowalski aclara que se trata de reducir la incidencia de los pensamientos negativos, porque eliminarlos por completo puede resultar en una tare imposible; en cambio, sugiere equilibrar este tipo de pensamientos con soluciones y esperanza, es decir, emociones o pensamientos positivos que eviten trastornos emocionales.

Publicaciones de PijamaSurf, explican esto con el principio de Donald Hebb.

Este alude al funcionamiento de las neuronas: “las neuronas que nacen juntas, permanecen juntas”.

Estos grupos de neuronas que están conectados en el cerebro son resultado de las experiencias particulares de vida.

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Así, cualquier cosa que pienses, sientas o produzca sensaciones conforman redes neuronales;

Estas redes nos transforman en lo que pensamos o decimos.

Recuerda, eres lo que piensas, ¿qué eliges ser hoy?