En los hogares es común el uso de cloro o blanqueador para mantener las superficies perfectamente limpias y desinfectadas, incluso la ropa, sin embargo, especialistas advierten que limpiar con cloro de manera frecuente puede representar un peligro para la salud a largo plazo.
Limpiar con cloro podría aumentar el riesgo de accidentes como quemaduras o intoxicación, así como infecciones respiratorias, sobre todo en niños.
Limpiar con cloro
Un estudio publicado en BMJ Journals advierte que el uso de cloro o blanqueador de forma prolongada puede tener consecuencias en la salud.
Investigadores analizaron el impacto de este producto en más de 9 mil niños de entre 6 y 12 años de edad y encontraron que no es tan inofensivo como se cree.
Para el estudio, los padres de los niños participantes tuvieron que llenar un cuestionario sobre el número y la frecuencia con que los pequeños sufren infecciones como amigdalitis, sinusitis, bronquitis, otitis y neumonía.
Además, se les cuestionó sobre si usaban cloro para limpiar el hogar al menos una vez a la semana.
Los resultados mostraron que el riesgo de padecer gripe era hasta 20% mayor en los niños cuyos padres usaban cloro para limpiar el hogar, mientras que el riesgo de amigdalitis era un 35% mayor.
Otros estudios publicados en Occupational & Environmental Medicine encontraron que la exposición pasiva al cloro en el hogar daña el revestimiento de las células pulmonares, causando una inflamación y debilitamiento del sistema inmune en los niños.
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Por otra parte, los especialistas advierten que al mezclar cloro con agua se producen ácidos que podrían dañar el cuerpo, de hecho, indican que es más peligroso en comparación a cuando las personas lo respiran, tragan o derraman directamente sobre la piel.
Al mezclar cloro con otros productos de limpieza podría dar como resultado ácido muriátrico, el cual causa daños irreversibles en los riñones e hígado, en el sistema nervioso, pulmones y la dermis.
Síntomas del contacto con cloro
Estar en contacto directo con el cloro causa enrojecimiento en la piel, ardor y comezón y si se llega a inhalar o se acerca mucho al cuerpo, puede causar daños en la nariz, los ojos y sobre todo, las vías respiratorias.
Respirar constantemente el olor de cloro puede causar dolor de pecho, vómitos, alteraciones en la respiración y tos. Inhalarlo en exceso a la larga crea problemas para respirar, sibilancias e irritación.
¿Y si voy a nadar a una alberca con cloro en el agua? En estos casos, es muy importante lavarse después de sumergirse, especialmente la cara, de lo contrario pueden presentarse irritaciones en los ojos y la nariz.
Lo ideal es que uses este producto de forma moderada, usando siempre guantes y tomando en cuenta todas las medidas de seguridad posibles.
Los accidentes pasan y si hay un contacto del cloro en los ojos o si se traga, se debe buscar ayuda médica inmediata.
Una sugerencia es limpiar el hogar con alternativas naturales como los desengrasantes de limón o los jabones para trastes hechos con vinagre, sal y limón. También puedes combinar vinagre con jabón para mantener los pisos impecables sin riesgos.
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