La meditación no sólo provoca cambios psicológicos y emocionales sino genera bienestar en el organismo de quien la practica. Esos cambios psicológicos generan un aumento en la actividad de la telomerasa (que es una enzima formada por una dualidad de proteína-ácido ribonucleico) que se encuentra en tejidos y células madre, permite que los extremos de los cromosomas se alarguen y es esencial para el mantenimiento celular del organismo.
Esto de acuerdo con un estudio de la Universidad de California en Davis (UCDavis) y de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), según se recoge en la publicación Tendencias 21, en donde se relacionan por primera vez los cambios psicológicos benéficos en una persona con el aumento de la enzima.
La conclusión a la que llegaron los investigadores es que la meditación, como se conoce comúnmente, aumenta la longevidad celular. El bienestar que se genera emocionalmente afecta de buena manera a la fisiología del ser humano.
Para seguir investigando sobre los efectos de la meditación en el organismo, la UCDavis ha desarrollado el Proyecto Samantha, y gracias a él se pudo trabajar con sujetos de estudio que siguieron un entrenamiento de meditación durante 3 meses, en los cuales meditaron 2 veces al día, y se les midieron los niveles de telomerasa. Finalmente, los que siguieron el programa de meditación mostraron casi un tercio de aumento en sus niveles, a diferencia de aquellos que no meditaron.
De igual manera, aquellos que siguieron el programa de meditación, mostraron un aumento considerable en habilidades como el control y la atención, así como una marcada disminución respecto a la neurosis y las emociones negativas.
De hecho, estudios previos realizados por los investigadores del Proyecto Samantha revelaron que la meditación tiene otros beneficios además del ya mencionado. Por ejemplo, el mejor control de la hipertensión arterial, una mejor apreciación del espacio y una mejoría en la memoria de trabajo. (Con información de 20minutos)
Viernes 19 de abril de 2024