En México, una mujer tiene diez veces más posibilidades de morir por enfermedades del corazón, que por cáncer de mama, más aún si son mayores de 65 años, ya que el riesgo aumenta más de veinte veces, de acuerdo con especialistas de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México (ANCAM).
Como parte del marco de la conmemoración del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, la doctora Ana Elena Ancona Badillo, Coordinadora del Capítulo de Cardiopatía en la Mujer de ANCAM, destacó que en los últimos diez años se ha incrementado 60% la incidencia de enfermedades cardiovasculares en mujeres.
Ancona Badillo también destacó que tan solo en 2015 se registraron 60 mil 670 defunciones de mujeres por enfermedades del corazón. Y aunque en hombres sigue siendo ligeramente mayor esta cifra, destruye el mito de que las mujeres no tienen problemas cardiovasculares.
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Existe un mayor riesgo de enfermedades del corazón en mujeres, principalmente cuando están asociadas a variables como estilo de vida sedentario, sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, estrés, cambios hormonales y tabaquismo.
La prevención es la clave para controlar el riesgo y frenar el crecimiento de la incidencia de enfermedades del corazón en mujeres, así lo muestran datos del Sistema Nacional de Información de Salud, ya que la mayoría de las principales causas de muerte en mujeres se pueden prevenir.
Entre estas causas, la Secretaría de Salud destaca la diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, enfermedad cerebro vascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades hipertensivas, infecciones respiratorias agudas bajas, cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado.
Al respecto, la Dra. Emma Rosas Munive, Cardióloga del Hospital General de México, explicó que además existen algunos mecanismos que aumentan el riesgo cardiovascular en las mujeres, como el estrés generado por la violencia que sufren las mujeres, el cual puede causar inflamación arterial.
Asimismo, la inactividad o inmovilidad en el trabajo, auto o casa son un importante factor de riesgo cardiovascular, ya que eleva el riesgo de trombosis (formación de coágulos sanguíneos en arterias y venas), mecanismo común subyacente para las principales causas de mortalidad en el mundo: el infarto al corazón, los eventos cerebrovasculares y la tromboembolia venosa.
Todos estos mecanismos y factores de riesgo pueden prevenirse con sencillos cambios al estilo de vida, tales como caminar, subir escaleras y evitar períodos prolongados de reposo, ya que estimulan la circulación sanguínea y reducen el riesgo de trombosis, indica Rosas Munive.
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Por su parte, la doctora Ana Celia Izeta Gutiérrez, Coordinadora Nacional de la Iniciativa por el Corazón de la Mujer de ANCAM, resaltó que la enfermedad cardiovascular ataca a las mujeres diez años después que a los varones, y es afectada con mayor severidad debido a enfermedades relacionadas con los estados de hormonales patológicos.
Estos trastornos hormonales incluyen el hiperandrogenismo, así como trastornos obstétricos como la diabetes gestacional; los trastornos hipertensivos del embarazo, preeclampsia y menopausia precoz.
Todos estos factores contribuyen al daño al sistema circulatorio, que implican que estas pacientes deben ser seguidas más estrechamente para detectarlas tempranamente como portadoras de riesgo cardiovascular y recibir la atención médica que requieren, explicó la cardióloga.
Como parte del marco de la conmemoración del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, la doctora Ana Elena Ancona Badillo, Coordinadora del Capítulo de Cardiopatía en la Mujer de ANCAM, destacó que en los últimos diez años se ha incrementado 60% la incidencia de enfermedades cardiovasculares en mujeres.
Ancona Badillo también destacó que tan solo en 2015 se registraron 60 mil 670 defunciones de mujeres por enfermedades del corazón. Y aunque en hombres sigue siendo ligeramente mayor esta cifra, destruye el mito de que las mujeres no tienen problemas cardiovasculares.
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Enfermedades del corazón: la clave es la prevención
Existe un mayor riesgo de enfermedades del corazón en mujeres, principalmente cuando están asociadas a variables como estilo de vida sedentario, sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, estrés, cambios hormonales y tabaquismo.
La prevención es la clave para controlar el riesgo y frenar el crecimiento de la incidencia de enfermedades del corazón en mujeres, así lo muestran datos del Sistema Nacional de Información de Salud, ya que la mayoría de las principales causas de muerte en mujeres se pueden prevenir.
Entre estas causas, la Secretaría de Salud destaca la diabetes mellitus, enfermedades isquémicas del corazón, enfermedad cerebro vascular, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades hipertensivas, infecciones respiratorias agudas bajas, cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado.
Al respecto, la Dra. Emma Rosas Munive, Cardióloga del Hospital General de México, explicó que además existen algunos mecanismos que aumentan el riesgo cardiovascular en las mujeres, como el estrés generado por la violencia que sufren las mujeres, el cual puede causar inflamación arterial.
Asimismo, la inactividad o inmovilidad en el trabajo, auto o casa son un importante factor de riesgo cardiovascular, ya que eleva el riesgo de trombosis (formación de coágulos sanguíneos en arterias y venas), mecanismo común subyacente para las principales causas de mortalidad en el mundo: el infarto al corazón, los eventos cerebrovasculares y la tromboembolia venosa.
Todos estos mecanismos y factores de riesgo pueden prevenirse con sencillos cambios al estilo de vida, tales como caminar, subir escaleras y evitar períodos prolongados de reposo, ya que estimulan la circulación sanguínea y reducen el riesgo de trombosis, indica Rosas Munive.
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Por su parte, la doctora Ana Celia Izeta Gutiérrez, Coordinadora Nacional de la Iniciativa por el Corazón de la Mujer de ANCAM, resaltó que la enfermedad cardiovascular ataca a las mujeres diez años después que a los varones, y es afectada con mayor severidad debido a enfermedades relacionadas con los estados de hormonales patológicos.
Estos trastornos hormonales incluyen el hiperandrogenismo, así como trastornos obstétricos como la diabetes gestacional; los trastornos hipertensivos del embarazo, preeclampsia y menopausia precoz.
Todos estos factores contribuyen al daño al sistema circulatorio, que implican que estas pacientes deben ser seguidas más estrechamente para detectarlas tempranamente como portadoras de riesgo cardiovascular y recibir la atención médica que requieren, explicó la cardióloga.