Los trastornos mentales son mucho más comunes de lo que creemos y se estima que la mayoría padeceremos alguno a lo largo de nuestra vida. El estilo de vida que llevamos, la autoexigencia, el exceso de información y el perfeccionismo compulsivo pueden ser algunas de las razones por las que una persona puede sufrir trastorno de ansiedad generalizada.
Sofía está en su casa, se alista para ir a la maestría, y de pronto comienza a sentir como una opresión en el pecho, después palpitaciones, sus manos tiemblan. Se sienta en su cama, aunque le cuesta trabajo respirar, trata de tranquilizarse y pensar que no hay razón para que se sienta ansiosa, de pronto siente un vuelco en su estómago y unas ganas incontenibles de vomitar. Lo que ella experimentó fue un ataque de ansiedad.
Un caso similar es el de Marco, quien está tranquilo en su casa viendo películas, entonces tiene el presentimiento de que algo malo puede pasar, no sabe qué, pero lo siente. Revisa el teléfono, sus correos, todo está bien, pero la sensación de que algo amenazante se acerca lo mantiene inquieto y no le permite disfrutar el momento.
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¿Qué es la ansiedad generalizada?
Todos nos sentimos ansiosos en algunos momentos de nuestra vida por diversas razones y es una respuesta normal del cuerpo ante situaciones que nos sacan de nuestra zona de confort. Sin embargo, el trastorno de ansiedad generalizada se presenta cuando te sientes ansioso constantemente, las preocupaciones están presentes en gran parte de nuestro día a día, son excesivas, no se pueden controlar e impiden que realices tus actividades diarias.
Quienes padecen este trastorno incluso pueden sentir ansiedad aunque no haya motivos evidentes, ya que pueden llegar a tener el pensamiento de que algo malo va a suceder.
De acuerdo con Mayo Clinic, los principales síntomas del trastorno de ansiedad generalizada son:
-Preocupación o ansiedad persistentes que son desproporcionados en relación a la situación que genera la angustia.
-Pensar demasiado los planes y las posibles soluciones ante resultados negativos.
-Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no lo son.
-Presentar dificultad para lidiar con situaciones que causan incertidumbre.
-Ser indeciso y tener miedo a tomar la decisión equivocada.
-Incapacidad para dejar de lado u olvidar algo que te preocupa.
-Ser incapaz de relajarse, vivir con sensación de nerviosismo y de excitación o de estar al límite.
-Tener dificultad para concentrarse o sentir que la mente constantemente se pone en blanco.
También se presentan otros signos físicos relacionados con este trastorno:
-Fatiga.
-Cambios en el sueño.
-Sentir tensión muscular o dolores musculares.
-Presentar temblores o agitación.
-Sentir nerviosismo o tendencia a los sobresaltos.
-Sudoración.
-Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable
Irritabilidad.
El trastorno de ansiedad generalizada requiere de tratamiento, por eso es importante que si presentas estos síntomas busques ayuda especializada. Recuerda que no estás solo, hay muchas personas que sufren esta situación.