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¿Cómo saber que hago un mal uso de antibióticos?

Existen dos errores comunes que nos hacen darle un mal uso a los antibióticos

Escrito en VIDA SANA el

Los antibióticos son medicamentos que pueden salvar vidas ante infecciones graves, pero su mal uso ha aumentado la cantidad de microrganismos resistentes a los medicamentos. ¿Cómo saber que hago un mal uso de antibióticos?

A continuación te decimos cómo reconocer que los tomas de forma incorrecta y las consecuencias que podrías sufrirlo por no corregirlo a tiempo. 

Mal uso de antibióticos 

Una de las principales consecuencias del mal uso de antibióticos es que surge la resistencia bacteriana

Las bacterias se hacen resistentes a una medicina cuando ha mutado de manera tal que queda protegida contra el efecto del medicamento o lo neutraliza. 

Cualquier bacteria que sobreviva a un tratamiento con antibióticos puede luego multiplicarse y transmitir sus propiedades de resistencia, como si compartieran las respuestas de un examen para ayudarse a sobrevivir. 

Es normal y de esperar que las bacterias adquieran resistencia a un medicamento pero debe considerarse que la manera en que se utiliza una medicina afecta la rapidez y el grado en que se produce la resistencia.

¿Cómo saber que hago un mal uso de antibióticos? Expertos de Mayo Clinic señalan que existen dos errores principales que nos llevan a un mal uso: 

1. Uso excesivo 

El uso excesivo de antibióticos (especialmente tomarlos aunque no sean el tratamiento adecuado) promueve la resistencia

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), si no se toman acciones en todos los países, para el año 2050 las muertes relacionadas con la resistencia antimicrobiana podrían superar las defunciones por cáncer.

Debe tomarse en cuenta que los antibióticos tratan las infecciones bacterianas, no las virales. Por ejemplo, un antibiótico es el tratamiento adecuado para la amigdalitis estreptocócica, causada por la bacteria Streptococcus pyogenes; pero no es el tratamiento correcto para la mayor parte de los dolores de garganta, que son consecuencia de un virus.

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Algunas infecciones virales frecuentes que no requieren tratamiento con antibióticos son:

Resfrío

Gripe (influenza)

Bronquitis

La mayoría de los casos de tos

La mayoría de los dolores de garganta

Algunas infecciones de oído

Algunas infecciones de los senos paranasales

Gastroenteritis vírica (gripe estomacal)

Toma en cuenta que ingerir antibióticos para una infección viral no curará la infección, no impedirá que otros se contagien, puede provocar efectos secundarios innecesarios o nocivos y promueve la resistencia a los antibióticos.

2. No terminar el tratamiento 

Es tentador dejar de tomar un tratamiento en cuanto te sientes bien, pero es necesario que lo completes para eliminar a las bacterias que produjeron la enfermedad. 

Si no tomas los antibióticos según la prescripción médica, tal vez luego tengas que reanudar el tratamiento y eso puede promover que las propiedades de resistencia a los antibióticos se extiendan entre las bacterias nocivas.

Consecuencias de la resistencia a los antibióticos

Durante muchos años, la introducción de nuevos antibióticos superaba el desarrollo de la resistencia; pero en los últimos años, la velocidad de la resistencia a los medicamentos ha contribuido a una cantidad cada vez mayor de problemas médicos.

Algunas consecuencias de las infecciones por resistencia a los medicamentos son:

Enfermedades más graves

Recuperación más larga

Hospitalizaciones más frecuentes o más largas

Mayor cantidad de consultas médicas

Tratamientos más caros

Muerte

Tú puedes ayudar a reducir la posibilidad de que aparezca una resistencia por el mal uso de antibióticos si tomas las siguientes medidas:

-No presiones al médico para que te recete antibióticos; mejor pídele que te aconseje cómo tratar los síntomas.

-Practica buenos hábitos de higiene para evitar las infecciones bacterianas que necesitan tratamiento con antibióticos.

-Asegúrate de recibir y que tus hijos reciban las vacunas recomendadas.

-Reduce tu riesgo de contraer una infección bacteriana por intoxicación alimentaria. (Por ejemplo, lávate las manos y cocina los alimentos hasta que lleguen a la temperatura interna correcta).

-Adminístrate los antibióticos solamente según te los recetó el médico.

-Nunca tomes el antibiótico que te haya sobrado de una enfermedad para otra posterior y mucho menos utilices la medicina recetada para otra persona.

En tus manos está combatir el mal uso de antibióticos, así que toma las medidas necesarias para evitar la resistencia bacteriana y sus consecuencias. 

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