Calentar comida en el horno de microondas se ha convertido casi en un hábito, más aun cuando pensamos en los entornos de oficina en donde cada quien lleva su comida en recipientes y espera turno para calentar la comida en el horno.
Al respecto, muchas personas han generado dudas y mitos sobre el uso de los hornos de microondas, el aparato electrónico cotidiano por excelencia.
Datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que un horno de microondas funciona a través de ondas electromagnéticas que interactúan con moléculas de agua para generar calor.
La UNAM refiere también que su uso puede generar daños al organismo de carácter acumulativo; entre menos lo utilices será mejor.
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Así, la evidencia respecto a los cambios en los alimentos cuando son calentados y sus efectos en la salud son:
1. Cansancio. Un estudio realizado en 2006 demostró que consumir comida calentada en horno de microondas frecuentemente puede generar cansancio, mareos, irritabilidad, somnolencia, fatiga y debilidad muscular, refiere también la UNAM.
2. Pérdida de nutrientes. Publicaciones en la Revista de la Ciencia de la Alimentación y la Agricultura refieren que los alimentos calentados en microondas pierden alrededor del 97% de sus antioxidantes, comparado con aquellos calentados al vapor.
3. ¿Sin beneficios? Un estudio publicado en 1999 mostró que cuando los ajos son calentados en el horno de microondas durante 60 segundos, este pierde la alicina, un compuesto que le confiere al ajo propiedades anticancerígenas.
4. Sabor. De acuerdo con publicaciones en Journal of Agricultutal and Food Chemistry, los alimentos calentados en horno de microondas pierden su sabor, además de dificultar la obtención de alimentos crujientes.
5. Antioxidantes. Publicaciones en Journal of Food Science revelaron que cocinar los alimentos en microondas mantiene mejor los niveles de antioxidantes en espárragos y cebolla, comparado con otros métodos de cocción como hervir o utilizar la olla exprés.
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Así, el problema que identifican los especialistas hasta el momento está en el uso frecuente de este electrodoméstico.
Utilizado de forma moderada o esporádica no representaría riesgos para la salud.
Al respecto, muchas personas han generado dudas y mitos sobre el uso de los hornos de microondas, el aparato electrónico cotidiano por excelencia.
Datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refiere que un horno de microondas funciona a través de ondas electromagnéticas que interactúan con moléculas de agua para generar calor.
La UNAM refiere también que su uso puede generar daños al organismo de carácter acumulativo; entre menos lo utilices será mejor.
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Horno de microondas: ¿buena o mala opción?
Así, la evidencia respecto a los cambios en los alimentos cuando son calentados y sus efectos en la salud son:
1. Cansancio. Un estudio realizado en 2006 demostró que consumir comida calentada en horno de microondas frecuentemente puede generar cansancio, mareos, irritabilidad, somnolencia, fatiga y debilidad muscular, refiere también la UNAM.
2. Pérdida de nutrientes. Publicaciones en la Revista de la Ciencia de la Alimentación y la Agricultura refieren que los alimentos calentados en microondas pierden alrededor del 97% de sus antioxidantes, comparado con aquellos calentados al vapor.
3. ¿Sin beneficios? Un estudio publicado en 1999 mostró que cuando los ajos son calentados en el horno de microondas durante 60 segundos, este pierde la alicina, un compuesto que le confiere al ajo propiedades anticancerígenas.
4. Sabor. De acuerdo con publicaciones en Journal of Agricultutal and Food Chemistry, los alimentos calentados en horno de microondas pierden su sabor, además de dificultar la obtención de alimentos crujientes.
5. Antioxidantes. Publicaciones en Journal of Food Science revelaron que cocinar los alimentos en microondas mantiene mejor los niveles de antioxidantes en espárragos y cebolla, comparado con otros métodos de cocción como hervir o utilizar la olla exprés.
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Así, el problema que identifican los especialistas hasta el momento está en el uso frecuente de este electrodoméstico.
Utilizado de forma moderada o esporádica no representaría riesgos para la salud.