De acuerdo con información publicada en Gaceta Médica de México, el problema más frecuente que limita el consumo de leche es la intolerancia a la lactosa (IL).
La intolerancia a la lactosa es definida como la experiencia de síntomas gastrointestinales debido a al consumo de alimentos que contienen lactosa, pues como refieren datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada día podemos consumir alimentos con este tipo de azúcar, por ejemplo, en la leche de mamíferos como la vaca, cabra u ovejas.
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Otros alimentos como el yogurt, la mantequilla y el queso, contienen también dicha azúcar.
Por otro lado, la enzima llamada lactasa ayuda a metabolizar la lactosa que contienen los productos lácteos y es producida por el intestino delgado.
Existen casos en que algunas personas desarrollan molestias estomacales debido a que su intestino delgado ha dejado de producir lactasa.
Alimentos que mejoran los síntomas de intolerancia a la lactosa
Los síntomas más comunes de la intolerancia a la lactosa, son:
- Náuseas
- Gases
- Cólicos
- Ruidos estomacales
- Diarrea
- Distensión abdominal
- Vómito.
¿Se puede corregir la intolerancia a la lactosa?
No, nuestro cuerpo no puede corregir dicha intolerancia, sin embargo, hay algunas formas de evitar el malestar generado por el padecimiento, entre ellas:
- Preferir la leche deslactosada y baja en grasa
- Elegir opciones vegetales, por ejemplo las bebidas de soya, almendra o arroz.
También es importante consumir alimentos adecuados y nutritivos en forma regular, por ejemplo, aquellos que son ricos en calcio:
1. Sardinas
2. Espinacas
3. Brócoli
4. Frijoles
5. Salmón.
Los síntomas de intolerancia a la lactosa también pueden mejorar cuando se consumen probióticos pues son microorganismos vivos que habitan el intestino y que mejoran la salud del aparato digestivo.
¿Por qué es importante saber si tienes intolerancia a la lactosa?
Es importante porque la mucosa intestinal podría dañarse y el malestar, agravarse.
Algunas afecciones pueden producir concentraciones bajas de lactasa en el intestino delgado o malabsorción de lactosa, entre ellas, la lactasa no persistente, lesiones al intestino delgado, nacimiento prematuro y el déficit congénito de lactasa.
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Finalmente, es importante considerar que la intolerancia a la lactosa es distinta de las alergias a la leche, pues tienen causas distintas; en el caso de la intolerancia a la lactosa son los problemas para la digestión de la lactosa y la alergia a la leche es la respuesta del sistema inmunitario a una o más proteínas que contienen los productos lácteos o la leche.