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4 emociones que afectan tu peso y figura

Las emociones pueden influir en tu alimentación: excesos o deficiencias pueden dañar tu salud

Escrito en MENTE SANA el
La ansiedad por comer  puede ser algo preocupante. De acuerdo con el primer estudio de Neurociencia realizado en España sobre comida y emociones, dirigido por Carlos Cañizares; en tan sólo tres segundos después de probar la comida, el cerebro alcanza el nivel máximo de activación emocional.

¿Hombres o mujeres? Otro dato interesante que encontraron los investigadores es que cuando las mujeres ven alimentos su cerebro se activa inmediatamente, mientras que en los hombres no responde tan rápidamente: necesitan probar los alimentos.

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En sumédico.com te presentamos algunas formas en que tus emociones pueden afectar tu peso, más allá de la ansiedad por comer.

Ansiedad por comer y más...


1. Tristeza. La tristeza puede generar depresión, enfermedad que lleva consigo la necesidad de atacarse a sí mismo, autocompasión, y críticas crueles o destructivas. Dicha crueldad puede generar castigos, inseguridad y necesidad de protección o de “llenar el vacío” con comida (comida en exceso o restricción de alimentos).

2. Ansiedad. De acuerdo con la Clínica de Ansiedad, una parte de la ansiedad que experimentamos, puede deberse al consumo de estimulantes y a deficiencias de minerales o vitaminas específicos (calcio, magnesio, omega 3 o complejo B), contenidos en los alimentos.

3. Enojo. Al sentir estrés, estar enfermos o con problemas de pareja podemos recurrir a alimentos de alto contenido calórico, como forma de "calmarnos", “recompensarnos” o “consentirnos”.

4. Añoranza. Cuando comes la comida que has comido con tu familia o seres queridos como tradición, el cerebro se emociona al doble y la ingesta puede aumentar en dicha proporción, revela un estudio de la Universidad de España.

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¿Afrontas las emociones con alimentos?


¿Es hambre? Es importante que comiences por diferenciar hambre verdadera de hambre emocional; una estrategia rápida, es comenzar por tomar un vaso con agua natural. Identifica en un diario aquellos alimentos que quieres consumir cuando te sientas triste o feliz.

¡Relájate! Controlar el estrés es básico. Limita alimentos como: vísceras, carnes grasas, estimulantes, sal y azúcar, así como de alimentos industrializados que contengan gran cantidad de químicos, como por ejemplo, el grupo de los aditivos.

¿Obesidad emocional? Recuerda que la comida no es la forma en que se controlan las emociones, será necesario acudir con especialistas en nutrición y psicología: este equipo de especialistas trabajarán en conjunto para regular tus emociones, ingesta y salud.